Los electrones deslocalizados también existen en la estructura de los metales sólidos. La estructura metálica consiste en iones positivos alineados (cationes) en un «mar» de electrones deslocalizados. Esto significa que los electrones son libres de moverse por toda la estructura, y da lugar a propiedades como la conductividad.
En el diamante los cuatro electrones exteriores de cada átomo de carbono están «localizados» entre los átomos en el enlace covalente. El movimiento de los electrones está restringido y el diamante no conduce la corriente eléctrica. En el grafito, cada átomo de carbono utiliza sólo 3 de sus 4 electrones del nivel energético exterior en el enlace covalente con otros tres átomos de carbono en un plano. Cada átomo de carbono contribuye con un electrón a un sistema deslocalizado de electrones que también forma parte del enlace químico. Los electrones deslocalizados son libres de moverse por el plano. Por esta razón, el grafito conduce la electricidad a lo largo de los planos de los átomos de carbono, pero no conduce en una dirección en ángulo recto con el plano.