Los humanos mantienen un sesgo de negatividad, por el que perciben que los estímulos amenazantes son más salientes que los estímulos gratificantes o neutros. A través de 6 comparaciones experimentales dentro de un mismo sujeto, probamos la hipótesis de que los humanos mantienen un sesgo de expectativa aún más fuerte, procesando preferentemente los estímulos que violan las representaciones mentales de las asociaciones esperadas. Para evaluar este sesgo, medimos las variaciones en la dilatación pupilar como medio para determinar la excitación atencional en respuesta a versiones neutras, negativas y que violan la expectativa de los mismos estímulos sociales: rostros humanos. Llevamos a cabo tres controles de manipulación de la línea de base que comparaban directamente las caras neutras con las amenazantes (enfadadas) y las que violaban la expectativa (boca abajo y Thatcherized), y tres comparaciones de sesgo que comparaban directamente las caras amenazantes y las que violaban la expectativa entre sí. En todos estos experimentos, encontramos pruebas de un sesgo de expectativa dominante en la excitación pupilar para los estímulos sociales, por lo que las caras que violan la expectativa produjeron una dilatación pupilar antes que las caras neutras y amenazantes, y las caras Thatcherizadas produjeron la mayor magnitud de dilatación.
Arquidia Mantina
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