El New Deal tenía como objetivo principal resolver la crisis económica de la Gran Depresión. Sin embargo, esto tenía muchos componentes, incluyendo la deflación (el aumento del valor de la moneda), el desempleo, la pobreza y la confianza en los Estados Unidos. Por supuesto, la administración tenía el objetivo adicional de prevenir futuros desastres.
El New Deal pretendía aumentar el empleo mediante proyectos de obras públicas. Esto es lo que los economistas llaman política fiscal: cuando el gobierno intenta estimular la economía gastando dinero. Según muchos expertos, este tipo de políticas fiscales proporcionan un beneficio muy poderoso a la economía, especialmente a corto plazo. Hoover había sido tal vez demasiado reacio al riesgo como para intentar emplear a tantos estadounidenses mediante el gasto público.
Para abordar el problema de la pobreza, FDR introdujo políticas como la seguridad social y los subsidios de desempleo, que crearon una red de seguridad social para las personas afectadas por la crisis. Esto fue en parte para ayudar a los estadounidenses, pero también para aliviar la sensación generalizada de pánico que consumía a la nación. La baja confianza en el gobierno puede causar problemas con los bonos, las acciones y otros mercados financieros. Una nación con tal malestar no puede funcionar económicamente. La percepción es importante en una economía, y es difícil sentir que las cosas están mejorando si la pobreza es tan común. De este modo, los objetivos de estos programas eran tanto ayudar a los estadounidenses como mejorar su confianza en el gobierno.
Tal vez lo que se discute menos en relación con el New Deal son las políticas monetarias que la administración de FDR también tomó para ayudar a aliviar la crisis. Existe un debate sobre la importancia que pudo tener la política monetaria en el New Deal. Una de las razones por las que muchos historiadores se centran en la política fiscal es porque, tras los fracasos de la administración Hoover, estaba claro que la política monetaria por sí sola no resolvería el problema; ambas eran importantes. El New Deal tenía que poner el capital (palabra elegante para el dinero) a disposición de la gente que quería pedir préstamos o crear empresas. Con una deflación tan alta, una forma de resolver este problema era sacar a Estados Unidos del patrón oro, para que el coste del dinero pudiera bajar más fácilmente. Esto también permitió al gobierno bajar los tipos de interés.
Cambios como Glass-Steagel y una regulación gubernamental más estricta pretendían evitar otro desastre económico. Este fue otro de los objetivos del New Deal, pero no entraré en demasiados detalles aquí, ya que otros lo han hecho muy bien.