¿Has oído eso de que se encontró cocaína en la receta de la Coca-Cola? Pues es cierto.
La Coca-Cola fue inventada en 1885 por John Pemberton, un farmacéutico de Atlanta, Georgia, que elaboró la fórmula original en su patio trasero. La receta de Pemberton contenía cocaína, en forma de extracto de hoja de coca, lo que inspiró la parte «Coca» del nombre de la bebida. La «Cola» del nombre proviene de la nuez de cola, que contiene cafeína, otro estimulante.
En el momento de la invención de la Coca-Cola, la cocaína era legal y un ingrediente común en los medicamentos. Se pensaba que no era perjudicial en pequeñas dosis.
Coca-Cola medicinal
La Coca-Cola siempre ha mantenido su fórmula en estricto secreto, pero sabemos algunas cosas sobre sus orígenes.
Pemberton la anunciaba como una medicina patentada, afirmando que curaba los dolores de cabeza, el malestar estomacal y la fatiga. Las «medicinas patentadas» eran brebajes de ingredientes exóticos y compuestos farmacéuticos que supuestamente curaban una amplia gama de dolencias. A menudo contenían ingredientes que ahora se reconocen como sustancias adictivas, como el opio y la cocaína, así como elementos mortales como el mercurio y el plomo.
En el siglo XIX, las medicinas de patente no estaban reguladas como los medicamentos de hoy. Cualquiera podía alegar beneficios para la salud sin necesidad de demostrar la eficacia del tratamiento, ni revelar sus peligros. Ya en 1891, algunos estadounidenses se manifestaron en contra de la inclusión de ingredientes adictivos como el opio y la cocaína. En consecuencia, los fabricantes de medicamentos de patente modificaron sus fórmulas y sus declaraciones de propiedades saludables.
Asa Candler -también farmacéutico de Atlanta- compró la Coca-Cola a Pemberton y creó la Coca-Cola Company en 1892. Cuando Candler empezó a publicitar la Coca-Cola como bebida, haciéndola disponible en los mostradores de comida de todo Estados Unidos, la bebida todavía contenía un rastro de cocaína.
Obviamente, la Coca-Cola que se compra hoy no contiene cocaína, pero siguió siendo un ingrediente hasta bien entrado el siglo XX. Pero en 1929, con la presión pública y la Prohibición contra el alcohol en plena vigencia, la compañía se vio obligada a eliminar todo rastro de cocaína. La Coca-Cola pronto se hizo popular como «refresco», una alternativa al alcohol fuerte.
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