Si la comida fuera un juego del escondite, el aceite de canola sería el peor jugador de todos.
El aceite de canola está en todas partes. Desde la mayonesa hasta los frutos secos, pasando por las verduras cocinadas, el aceite de canola está en casi todos los alimentos que puedas imaginar.
El aceite de canola es una sustancia un tanto singular. Sabemos que el aceite de girasol proviene de las semillas de girasol y el aceite de oliva de las aceitunas, así que, naturalmente, el aceite de canola proviene de las semillas de canola, ¿verdad? Pues resulta que la semilla de canola no existe. El aceite de canola se obtiene de las semillas de colza (una flor muy brillante y amarilla), y su nombre proviene de un híbrido de la frase «aceite de Canadá». Antes se llamaba LEAR (Low Erucic Acid Rapeseed).
¿Es saludable el aceite de canola
Muchos científicos de la corriente principal pregonan los beneficios del aceite de canola para reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. A menudo señalan su proporción de 2:1 de ácidos grasos omega-6 a omega-3, que es una proporción bastante buena.
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Sin embargo, eso es un poco engañoso.
En primer lugar, las grasas omega-3 en el aceite de canola no son del tipo que nuestro cuerpo utiliza muy bien (recuerde, necesitamos principalmente las formas DHA y EPA de las grasas Omega-3, ninguna de las cuales está contenida en el aceite de canola).
Además, el aceite de canola es altamente procesado, ya que es prácticamente imposible prensar cualquier aceite de una semilla de colza. Durante el procesamiento, las semillas se calientan y se trituran antes de ser blanqueadas y desodorizadas.
A pesar de la fuerte ingeniería genética (que ya le puede hacer recelar), la colza es uno de los cultivos más tratados con pesticidas. Además, el proceso de creación del aceite de canola incluye la hidrogenación, la fuerza necesaria para crear grasas trans. Estas grasas no se encuentran en la naturaleza, y el cuerpo no sabe cómo procesarlas. Como resultado, los estudios demuestran que desequilibran nuestro colesterol, suponen un riesgo para nuestra salud cardiovascular, contribuyen a la resistencia a la insulina y provocan un aumento de la mortalidad por cualquier causa. En pocas palabras, estos estudios dicen que si se consumen grasas trans como las que se encuentran en el aceite de canola hidrogenado, es más probable que se muera de, bueno, cualquier cosa.
¿Por qué? Porque las moléculas fuertemente modificadas del aceite de canola inhiben la capacidad natural del cuerpo para curarse y cuidarse. También puede valer la pena tener en cuenta que, además de los alimentos, el aceite de canola también se utiliza a menudo en los lubricantes industriales, velas, y la tinta de los periódicos.
Parece que este aceite híbrido es algo que los seguidores de Paleo deben evitar, y los expertos de Paleo están de acuerdo.
¿Qué dicen otros gurús de la Paleo?
Mark Sisson dice: «Mi pensamiento es el siguiente: ¿por qué molestarse con algo tan procesado y poco saludable cuando hay otras innumerables y mejores opciones por ahí? El aceite de oliva, el coco, el aceite de palma, la manteca de cerdo y el ghee son adecuados para la mayoría de las aplicaciones culinarias. Y para las ensaladas y otros platos «sin calor», hay docenas de opciones sabrosas (sin desodorizar), como los aceites de aguacate y de frutos secos. En cuanto a la canola, ¿quién la necesita?»
Chris Kresser dice: «Los aceites de semillas industriales… no han formado parte de la dieta humana hasta hace relativamente poco tiempo, cuando grupos equivocados como la AHA y la ADA empezaron a promoverlos como alternativas ‘saludables para el corazón’ a las grasas saturadas. no naturales y no aptas para el consumo humano.»
¿Así que el aceite de canola es Paleo?
No.
Si bien algunos expertos en Paleo dicen que no hay que ser completamente catastrofista si se come una cucharadita de aceite de canola, ¿quién come realmente sólo una cucharadita?
Hay tanto aceite de canola en tantos alimentos que evitarlo por completo es, con mucho, la mejor opción. Debido a que aumenta la tasa de mortalidad de todas las enfermedades y contribuye a la inflamación y la enfermedad, asegúrese de dejar este fuera la próxima vez que tenga un bocadillo.