La kombucha presume de muchos beneficios para la salud, pero ¿hay efectos secundarios negativos de la kombucha? Y ¿es saludable para todo el mundo beberla?
La kombucha se ha ganado la reputación de ser una fuente de energía saludable, con beneficios para la salud como probióticos y antioxidantes.
¿Pero hay efectos secundarios negativos de la kombucha? ¿Y es saludable para todos? Vamos a profundizar en los efectos secundarios potenciales menos queridos de la kombucha para que pueda saber si (y cuánto) la kombucha es adecuada para usted.
La kombucha puede causar Hinchazón y malestar digestivo
Cualquier persona nueva en la kombucha que haya engullido una botella puede haber experimentado este efecto secundario común de la kombucha. Hay algunas razones por las que la kombucha puede causar hinchazón y malestar digestivo.
Probióticos: Si usted no está acostumbrado a consumir grandes cantidades de probióticos, su intestino puede responder en rebelión al principio. La introducción de estas nuevas bacterias en su sistema digestivo, aunque suele ser saludable a largo plazo, puede alterar su equilibrio natural hasta que su cuerpo se acostumbre al consumo regular de kombucha.
Carbonatación: La kombucha suele estar carbonatada (aunque se puede beber después de la primera fermentación), lo que puede causar hinchazón a quienes no están acostumbrados a tomar bebidas carbonatadas.
FODMAPs: La kombucha contiene altos niveles de FODMAPs, que pueden causar malestar digestivo a algunas personas. Los FODMAPs son azúcares que no se absorben completamente en nuestros intestinos, y como resultado son el «alimento» perfecto para las bacterias de nuestro intestino. La fermentación causada por las bacterias intestinales que se alimentan de estos FODMAPs puede provocar gases e hinchazón.
La kombucha puede ser peligrosa para algunas poblaciones
La kombucha es una bebida no pasteurizada que consiste en muchas bacterias vivas y cultivos de levadura. Aunque debería contener bacterias «buenas», la kombucha se elabora en un entorno que también puede ser propicio para las bacterias «malas».
Aunque un sistema inmunológico sano puede manejar las bacterias no deseadas de la kombucha sin problemas, ciertas poblaciones deben evitar la kombucha. Además, la kombucha contiene trazas de alcohol y cafeína, por lo que algunos deberían evitarla.
- Personas inmunocomprometidas, como las que padecen enfermedades autoinmunes, cáncer o enfermedades renales.
- Niños pequeños, cuyos sistemas inmunitarios pueden no estar aún completamente desarrollados.
- Mujeres embarazadas y en periodo de lactancia, que pueden ser más susceptibles a las infecciones, y que deben evitar tanto el alcohol como la cafeína.
La cafeína y el alcohol en la kombucha pueden tener efectos secundarios
La kombucha contiene tanto cafeína como alcohol, que pueden tener efectos variables en las personas, dependiendo de su sensibilidad.
Hay unos 10 mg de cafeína por 8 onzas de kombucha. Aunque esto es menos que los 47 mg de cafeína en 8 onzas de té negro, todavía puede causar efectos en las personas que son sensibles a la cafeína. Los efectos incluyen nerviosismo, náuseas, nerviosismo y malestar digestivo. También hay que tener en cuenta el contenido de cafeína cuando se bebe kombucha por la noche.
La kombucha también contiene trazas de alcohol, aunque la kombucha casera puede contener mayores cantidades que la comprada en la tienda. Tenlo en cuenta si sufres de adicción al alcohol. (¡Esta herramienta mide el contenido de alcohol de la kombucha casera si quiere hacer un seguimiento de los niveles de su cerveza!)
La kombucha contaminada puede ser peligrosa
Si su kombucha se contamina con hongos, moho o malas cepas de bacterias, puede ser peligroso consumirla (independientemente de lo saludable que sea su sistema inmunológico). La kombucha contaminada puede causar malestar estomacal, reacciones alérgicas, náuseas, dolor de cabeza y cuello, e incluso la muerte.
Para evitar la contaminación, asegúrese de que está utilizando suministros de buena calidad y seguros para la fermentación. Por ejemplo, la kombucha debe elaborarse siempre en recipientes de vidrio o cerámica. Los recipientes de plástico son porosos y pueden albergar bacterias, mientras que los recipientes de metal pueden ser reactivos y dar lugar a toxicidades metálicas.
También debe asegurarse de mantener sus suministros de fermentación y el proceso lo más limpio posible. Esterilice todas las herramientas y contenedores regularmente con agua hirviendo y vinagre.
Y, por supuesto, ¡utilice el sentido común! Deseche todo el lote si encuentra moho, y esté atento a cualquier cambio de sabor en su brebaje.