Diagnóstico de esguinces y desgarros del LCM

Antes de diagnosticar una lesión del ligamento colateral medial (LCM), un profesional de la salud debe descartar la posibilidad de otras lesiones o afecciones de la rodilla, como un desgarro de menisco. La obtención de un diagnóstico preciso comenzará con una evaluación del médico en la consulta.

Evaluación del médico

Generalmente, un profesional de la salud puede hacer un diagnóstico de una rotura del LCM a través de una entrevista detallada con el paciente y un examen físico cuidadoso.

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Entrevista con el paciente
Una persona debe estar preparada para responder a preguntas, tales como:

  • ¿Cómo se produjo la lesión?
  • ¿Cuándo se produjo la lesión?
  • ¿Dónde se encuentra el dolor?
  • ¿Cuándo comenzó la inflamación?
  • ¿El traumatismo se acompañó de una sensación de estallido o desgarro?
  • ¿Se ha lesionado la rodilla anteriormente?

Examen físico
Durante el examen físico el médico probablemente comprobará si hay dolor y sensibilidad en la rodilla afectada. Además, el paciente puede someterse a una serie de pruebas de amplitud de movimiento para determinar si el LCM está lesionado y si existen o no otras lesiones, como un LCA o una rotura de menisco.

El examen más común es la prueba de esfuerzo en valgo. El médico aplicará una fuerza externa a la rodilla lesionada en determinados ángulos. Si hay dolor, entonces el LCM puede estar lesionado.

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Diagnóstico por imagen

Un médico puede solicitar una o más pruebas médicas de imagen para confirmar la presencia y determinar la gravedad de una lesión del LCM.

  • Los rayos X utilizan bajos niveles de radiación y proporcionan a los médicos una visión de los huesos de una persona. Aunque las lesiones del LCM no aparecen en los exámenes estándar de rayos X, son una forma relativamente barata y rápida de descartar otras posibles lesiones que puedan estar causando los síntomas. Además, una radiografía de esfuerzo -en la que el médico aplica una fuerza en valgo a la rodilla durante el examen- puede ayudar a determinar el grado de la lesión ligamentosa.
  • La resonancia magnética (RM) muestra una vista detallada del tejido blando que rodea la articulación de la rodilla. Una resonancia magnética también puede ayudar al médico a determinar la ubicación y el grado de una rotura del ligamento lateral interno.
  • Las imágenes por ultrasonido utilizan ondas sonoras de alta frecuencia para construir una imagen de los tejidos de la rodilla. La ecografía puede utilizarse en situaciones en las que no se recomienda una RMN. La ecografía también puede utilizarse en un entorno de atención urgente para realizar una evaluación inmediata, lo que permite tratar la lesión con mayor rapidez.1

No siempre es necesario el diagnóstico por imagen para diagnosticar una lesión del LCM.

Una vez que se diagnostica a una persona, se pueden recomendar opciones de tratamiento.

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