Diabetes: Diabetes Mellitus Insulinodependiente (Tipo I)

La diabetes mellitus insulinodependiente (DMID), también conocida como diabetes de tipo 1, suele comenzar antes de los 15 años, pero también puede aparecer en adultos. La diabetes afecta a la glándula del páncreas, que se encuentra detrás del estómago (Imagen 1). Las células especiales (células beta) del páncreas producen una hormona llamada insulina.

El cuerpo está formado por millones de células. Todas las células necesitan glucosa (azúcar) de los alimentos que ingerimos para obtener energía. Al igual que un coche no puede funcionar sin gasolina, el cuerpo no puede funcionar sin glucosa. La insulina es la «llave» que permite que la glucosa entre en las células. Sin esta llave, la glucosa se queda en el torrente sanguíneo y las células no pueden utilizarla como energía. En cambio, la glucosa se acumula en la sangre y se derrama en la orina. Cuando una persona desarrolla diabetes de tipo 1, el páncreas deja de producir insulina. Para ayudar a las células del cuerpo a utilizar la glucosa, un niño con diabetes mellitus (DM) de tipo 1 debe recibir insulina mediante una inyección.

Qué ocurre en la diabetes de tipo 1

No se conoce la causa de la diabetes. Algunos expertos creen que la diabetes es hereditaria (se da en familias), pero la genética no se entiende claramente. La diabetes no siempre es hereditaria. El cuerpo confunde las células que producen insulina con células extrañas. El cuerpo destruye estas células. Esto se denomina proceso autoinmune. Aunque algo en el entorno puede desencadenar la enfermedad, no se conocen formas de prevenir la diabetes de tipo 1 en los niños.

Datos importantes sobre la diabetes

Las personas no «superan» la diabetes de tipo 1, pero pueden aprender a controlarla mediante inyecciones de insulina, análisis de glucosa en sangre, dieta y ejercicio.

La diabetes no es contagiosa.

Alrededor de 14,6 millones de estadounidenses tienen diabetes.

Alrededor de 1 de cada 10 personas con diabetes tiene DM de tipo 1.

Otro tipo de diabetes es el tipo 2, la diabetes mellitus no dependiente de la insulina (DMND). La diabetes de tipo 2 es más común que la de tipo 1. Aproximadamente 9 de cada 10 personas con diabetes tienen el tipo 2. La DM de tipo 2 solía darse sobre todo en adultos, pero cada vez es más frecuente en niños. Está asociada a la obesidad. La DMNID suele comenzar a partir de los 40 años. Las personas con diabetes de tipo 2 suelen producir suficiente insulina propia, pero su organismo no la utiliza correctamente. El tipo 2 puede controlarse mediante la pérdida de peso o con insulina y/o medicamentos orales.

Signos de la diabetes mellitus

El tipo 1 suele aparecer de forma repentina.

Los primeros signos de la DM tipo 1 son (imagen 2):

  • Pérdida de peso o escaso aumento de peso, incluso comiendo grandes cantidades de comida
  • Más sed de lo habitual
  • Enuresis (mojar la cama)
  • Orinar con frecuencia
  • Más orina de lo habitual
  • Sentirse cansado todo el tiempo

Los signos posteriores de la diabetes son:

  • Piel y boca secas
  • Dificultad para respirar
  • El azúcar en la orina y la acetona serán positivos
  • El azúcar en la sangre es muy alto (por encima de 126 mg/dL)
  • Pérdida de apetito
  • Olor «afrutado» en el aliento
  • Dolor de estómago

Qué causa la glucosa (azúcar) en la orina

Los riñones filtran los productos de desecho y el exceso de agua de la sangre. Cuando la glucosa en la sangre está por encima del nivel normal, los riñones no pueden retenerla toda. La glucosa aparece entonces en la orina. La glucosa en la orina hace que la diuresis aumente en frecuencia y cantidad. Este aumento hace que tenga más sed.

Qué causa la acetona (cetonas) en la orina

Cuando el cuerpo no puede utilizar la glucosa debido a la falta de insulina, el cuerpo utiliza la grasa como energía. Esto provoca la pérdida de peso. Cuando se descomponen grandes cantidades de grasa con demasiada rapidez, se producen acetonas (cetonas). La acetona se acumula en la sangre y se «derrama» en la orina. Un exceso de ácidos cetónicos en la sangre puede provocar una cetoacidosis. (Consulte la sección Ayuda: Diabetes: Cetoacidosis, HH-I-23.)

El período de luna de miel

Al poco tiempo de descubrir que tiene diabetes y de iniciar el tratamiento, su necesidad de insulina puede ser mucho menor. Esto se debe a que las células del páncreas que producen la insulina aún no se han destruido por completo. Empiezan a producir una pequeña cantidad de insulina. A esto lo llamamos «período de luna de miel». Si se produce un periodo de luna de miel, empieza poco después del diagnóstico y puede durar entre dos semanas y dos años. Deberá seguir administrando pequeñas cantidades de insulina durante este tiempo. Una vez finalizado el período de luna de miel, el páncreas dejará de producir insulina y será necesario aumentar la insulina.

Tratamiento

Debe existir un equilibrio entre la insulina, la alimentación y el ejercicio para mantener su diabetes bajo control (Imagen 3). La educación es necesaria para ayudarle a usted y a su familia a entender cómo cuidar adecuadamente de usted y de su diabetes.

Insulina

La insulina se fabrica en el laboratorio mediante un proceso químico. Hay varios tipos de insulina. Su médico le recetará el tipo más adecuado para usted. Necesitará varias inyecciones de insulina al día. Se administra por inyección. Su enfermera les enseñará a usted y a sus padres a ponerse las inyecciones de insulina.

Plan de alimentación

Necesitará alimentos que ayuden a su cuerpo a crecer, a producir energía y a mantener el azúcar en sangre en equilibrio. Su dietista le ayudará a establecer un plan de comidas basado en su edad, sexo y nivel de actividad. Pregunte a su enfermera educadora en diabetes o a su dietista cómo puede aprender a incluir todos los grupos de alimentos y cómo contar los hidratos de carbono para poder tener un plan de comidas flexible.

Su dietista le enseñará a usted y a sus padres a planificar las comidas.

Ejercicio

El ejercicio fortalece los músculos, mantiene el cuerpo en forma, mejora la salud general, le ayuda a mantenerse mentalmente alerta y aumenta el tono muscular del corazón. El ejercicio mejora la forma en que el cuerpo absorbe y utiliza la insulina. Y suele hacer que baje el azúcar en sangre. Incluya el ejercicio en su plan diario.

Monitoreo

Monitorear su diabetes significa comprobar si está bajo control. Os ayudará a ti y a tus padres a saber si el plan de tratamiento está funcionando bien. Os enseñaremos a ti y a tu familia a medir el azúcar en sangre y las cetonas en orina. Los análisis de sangre son una forma de comprobar si la diabetes está controlada. Aprenda a utilizar un libro de registro o una hoja de registro de fax para registrar sus niveles de azúcar en sangre. El médico indicará al laboratorio que realice un análisis de sangre que mida su nivel medio de glucosa en los últimos 3 meses. Esta prueba se llama hemoglobina glicosilada, o Hemoglobina A1-C, y suele hacerse cada 3 ó 4 meses. Su enfermera educadora o su médico le darán más información sobre el control diario. Consulte la Guía de ayuda: Diabetes: Autocontrol de la glucemia, HH-I-22. La hemoglobina A1-C inferior al 7% ayudará a prevenir la aparición de complicaciones.

Educación

La educación sobre la diabetes, la atención diaria a las comidas, el ejercicio, la insulina y el cuidado adecuado de su cuerpo son necesarios para controlar su diabetes y continuar con la vida diaria normal. Su médico, enfermera, dietista y otras personas del ámbito sanitario le enseñarán todo sobre la diabetes.

Si tiene alguna duda, no deje de preguntar a su médico o enfermera.

Diabetes: Diabetes mellitus dependiente de la insulina (tipo I) (PDF)

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