Los psicólogos escolares identifican, diagnostican y tratan a los estudiantes con problemas de aprendizaje, trastornos mentales y otros problemas conductuales, cognitivos o emocionales. También desarrollan planes para tratar estos problemas y derivan a los alumnos a otros recursos de salud mental cuando es necesario.
Sus obligaciones laborales son variadas. Estos profesionales de la salud mental pueden ayudar a los estudiantes a controlar el estrés, como a los estudiantes de último año de secundaria que solicitan plaza en las universidades. Pueden hacer un juego de roles con estudiantes del espectro autista. O pueden aconsejar y derivar a un estudiante que ha expresado pensamientos suicidas. También pueden discutir los problemas de ansiedad y depresión de un estudiante con un padre o tutor preocupado. Y estos profesionales deben manejar una copiosa cantidad de documentación y papeleo.
Pamela Agan-Smith, una psicóloga escolar que ha trabajado con estudiantes en el Distrito Escolar Central de Greenville, Nueva York, durante más de 30 años, dice que los mayores problemas a los que se enfrentan sus estudiantes en estos días tienen que ver con la salud mental. «Los alumnos de las escuelas públicas se enfrentan a un entorno bastante estresante», señala. Para algunos estudiantes, este estrés se transforma en ansiedad, depresión y pensamientos suicidas, y el psicólogo de la escuela es la persona indicada para abordar estas preocupaciones.
Una mayor conciencia de la conexión de la salud mental con el aprendizaje y la creciente necesidad de servicios de salud mental en las escuelas están impulsando la demanda de más psicólogos escolares. Sin embargo, esta demanda se ve atenuada por la financiación estatal y local para las escuelas, que es inadecuada en algunos casos.La Oficina de Estadísticas Laborales proyecta un crecimiento del empleo del 3,1 por ciento para los psicólogos escolares entre 2019 y 2029. En ese período, se estima que se abrirán 5.300 puestos de trabajo.
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