Ha pasado por el diagnóstico y ha elaborado un plan de tratamiento, su ser querido puede haber sido sometido a algunos tratamientos de quimioterapia y radiación, y la esofagectomía para tratar el cáncer de esófago ha terminado. Como cuidador, se enfrenta a muchas responsabilidades, términos y métodos nuevos para cuidar a su ser querido ahora que el tratamiento del cáncer ha terminado y el período de recuperación ha comenzado.
Tratamiento del cáncer de esófago: Entender la recuperación
La mayoría de las veces, se requiere una estancia en el hospital de aproximadamente una semana después de la cirugía para el cáncer de esófago. Después de la esofagectomía (la extirpación de todo o parte del esófago), su ser querido probablemente estará muy cansado y puede sentirse agotado y con mucha menos energía de lo habitual. Aunque todos estos son síntomas normales después de la cirugía de cáncer de esófago, es importante que la persona con cáncer de esófago empiece a retomar la actividad para mejorar. Anime a su ser querido a caminar un poco cada día y a realizar un poco más de actividad física cada día. Poco a poco, su ser querido empezará a sentirse mejor.
Una parte importante de su papel como cuidador será asegurarse de que su ser querido en recuperación está comiendo lo suficiente. Tendrá que fomentar las comidas y los tentempiés pequeños con regularidad a lo largo del día, incluso si su ser querido se queja de no querer comer. La pérdida de apetito es normal, pero comer y nutrirse lo suficiente son partes importantes de la recuperación. Haga que su ser querido se suba a una báscula dos veces a la semana para controlar y registrar su peso para informar en su próxima visita al médico.
Los ejercicios respiratorios son otra parte importante del proceso de recuperación tras el tratamiento del cáncer de esófago. Asegúrese de que su ser querido practique con regularidad los ejercicios de respiración recomendados por su médico, normalmente varias veces al día. Toser con frecuencia y respirar profundamente puede ayudar a mantener los pulmones sanos después de la cirugía.
Otra tarea importante es estar atento a los signos de advertencia de complicaciones de la cirugía: la fiebre, los escalofríos o el dolor que no cede o que no puede controlarse con medicamentos son síntomas que requieren atención médica. Además, si observa una secreción alrededor de cualquiera de los lugares de la incisión quirúrgica, llame al médico del paciente de inmediato. Y si su ser querido experimenta dificultad para respirar después de volver a casa del hospital, debe llamar al médico inmediatamente.
Tratamiento del cáncer de esófago: Manejo del dolor
El manejo del dolor es una parte importante del papel del cuidador después de la esofagectomía. Es importante que el paciente con cáncer de esófago se sienta cómodo y, como cuidador, parte de su trabajo consistirá en ayudar a su ser querido a vigilar y controlar el dolor según las instrucciones del médico.
Una vez que su ser querido esté de vuelta en casa, usted será responsable de dispensar la medicación para el dolor prescrita, que el paciente puede necesitar tomar tan a menudo como cada cuatro o cinco horas. Pida a su ser querido que sea sincero sobre la intensidad del dolor y llame al médico si la medicación no parece ayudar. El dolor postoperatorio debe estar controlado, así que si su ser querido se queja de un dolor intenso, llame al médico de inmediato. Es posible que algo vaya mal o que haya que cambiar la medicación para el dolor.
Puede esperar que el dolor disminuya poco a poco y que la medicación se necesite con menos frecuencia con el tiempo. Asegúrese de llamar con antelación si espera necesitar un recambio de la medicación para el dolor recetada.
Aunque la medicación es una parte importante del tratamiento del dolor, también lo es el nivel de actividad de su ser querido. Caminar y otros ejercicios ligeros son buenos, pero no se permite levantar objetos de más de 20 libras durante unos tres meses después de la cirugía.
Tratamiento del cáncer de esófago: Ofreciendo apoyo
El papel de cuidador es duro, pero puede ser gratificante. Puede ser difícil cuando su ser querido no tiene ganas de salir a caminar o no tiene mucho apetito. Pero tu trabajo es ayudarles a mejorar, aunque no les haga mucha ilusión.
Habla con tu ser querido. Tu papel no debe ser sólo de cuidado físico: También requiere atención y apoyo emocional. Pregunte sobre los sentimientos y temores de su ser querido en particular, pero sobre todo mantenga las líneas de comunicación abiertas. Ambos se enfrentan al cáncer de esófago -puede que de forma diferente, pero sigue siendo la misma enfermedad-, así que ¿por qué no hacerlo juntos?
Aprenda más en el Centro de Cáncer de Esófago de Everyday Health.