Creonte fue el nombre de diferentes personajes de la mitología griega, siendo el más importante el gobernante de Tebas en el mito de Edipo. Estaba casado con Eurídice, con quien tuvo siete hijos. Junto con su hermana Yocasta, eran descendientes de Cadmo y los Espartoi.
En el mito de Edipo, Creonte ascendió al trono de Tebas, cuando el anterior rey Layo murió en su viaje al oráculo de Delfos. El mítico monstruo Esfinge se acercó a la ciudad de Tebas, matando a todo aquel que encontrara que no pudiera responder a sus enigmas. Creonte, desesperado por el monstruo que asolaba la zona, ofreció el trono tebano y la mano de su hermana en matrimonio a quien fuera capaz de matarlo. Edipo consiguió responder al enigma de la Esfinge, provocando su desaparición, y se casó con Yocasta, sin saber que era su madre.
Creon también aparece en otro mito, el de Antígona. Los hijos de Edipo, Eteocles y Polinices, compartían el trono de Tebas, pero tras una pelea, Polinices fue desterrado. El hermano derrotado regresó con un ejército y atacó Tebas en el argumento de Siete contra Tebas. Aunque Tebas no cayó, tanto Eteocles como Polinices murieron en el conflicto, y Creonte se convirtió en el nuevo gobernante. Eteocles fue enterrado con todos los honores, pero a Polinices se le dejó pudrir por el castigo de haberse vuelto contra la ciudad. Antígona, hermana de Polinices y amada del hijo de Creonte, enterró en secreto a su hermano, provocando la ira de Creonte; éste decretó que fuera enterrada viva en una tumba. Más tarde, tras la súplica de su hijo, Creonte decidió liberar a Antígona, sólo para encontrar que se había quitado la vida ahorcándose. Haemon, el hijo de Creonte, desesperado, amenazó inicialmente con matar a su padre, pero finalmente se quitó la vida.