En 1894, el primer ejemplo de control inalámbrico a distancia se produjo durante una demostración del físico británico Oliver Lodge, en la que hizo uso de un coherente de Branly para hacer que un galvanómetro de espejo moviera un haz de luz cuando se generaba artificialmente una onda electromagnética. En 1895, Jagadish Chandra Bose demostró las ondas de radio accionando una pistola y haciendo sonar una campana mediante microondas transmitidas a una distancia de 75 pies a través de las paredes. Los innovadores de la radio Guglielmo Marconi y William Preece, en una demostración realizada el 12 de diciembre de 1896 en el Toynbee Hall, hicieron sonar una campana pulsando un botón en una caja que no estaba conectada por ningún cable. En 1897, un ingeniero británico y profesor del Departamento de Ingeniería Eléctrica del King’s College de Londres, Ernest Wilson, había inventado un radiocontrol remoto de torpedos y submarinos que se controlaba mediante una onda «hertziana».
En 1898, Nikola Tesla registró su patente, la patente estadounidense 613.809, denominada Método de un aparato para controlar el mecanismo de un vehículo o vehículos en movimiento, que demostró públicamente controlando por radio un barco durante una exhibición eléctrica en el Madison Square Garden. Tesla llamó a su barco «teleautómata».
También en 1898, el inventor ruso Nikolay Pilchikov demostró experimentos con radiocontrol a distancia en Odessa.
En 1903, Leonardo Torres Quevedo presentó el Telekino en la Academia de Ciencias de París, acompañado de un escrito, y haciendo una demostración experimental. Al mismo tiempo, obtuvo una patente en Francia, España, Gran Bretaña y Estados Unidos. El Telekino consistía en un robot que ejecutaba órdenes transmitidas por ondas electromagnéticas. Con el Telekino, Torres Quevedo estableció los principios modernos de funcionamiento del control remoto inalámbrico. En 1906, en presencia del Rey de España y ante una gran multitud, Torres demostró con éxito el invento en el puerto de Bilbao, guiando un barco desde la orilla. Más tarde, intentaría aplicar el Telekino a proyectiles y torpedos, pero tuvo que abandonar el proyecto por falta de financiación.
El primer modelo de avión teledirigido voló en 1932, y el uso de la tecnología de control remoto con fines militares se trabajó intensamente durante la Segunda Guerra Mundial, siendo uno de sus resultados el misil alemán Wasserfall.
A finales de los años 30, varios fabricantes de radios ofrecían mandos a distancia para algunos de sus modelos de gama alta. La mayoría de ellos estaban conectados al aparato que se controlaba mediante cables, pero el Mystery Control de Philco (1939) era un transmisor de radio de baja frecuencia que funcionaba con pilas, lo que lo convertía en el primer mando a distancia inalámbrico para un aparato electrónico de consumo. Al utilizar la modulación por impulsos, también fue el primer mando a distancia inalámbrico digital.
Mandos a distancia para televisoresEditar
El primer mando a distancia destinado a controlar un televisor fue desarrollado por Zenith Radio Corporation en 1950. El mando, llamado «Lazy Bones», estaba conectado al televisor mediante un cable. En 1955, Eugene Polley desarrolló un mando a distancia inalámbrico, el «Flashmatic». Funcionaba proyectando un haz de luz sobre una de las cuatro células fotoeléctricas, pero la célula no distinguía entre la luz del mando y la de otras fuentes. Además, había que apuntar con mucha precisión a uno de los sensores para que el Flashmatic funcionara.
En 1956, Robert Adler desarrolló el «Zenith Space Command», un mando inalámbrico. Era mecánico y utilizaba ultrasonidos para cambiar el canal y el volumen. Cuando el usuario pulsaba un botón del mando a distancia, éste golpeaba una barra y hacía clic, de ahí que se les llamara comúnmente «clicker», pero sonaba como un «clink» y la mecánica era similar a un punteo. Cada una de las cuatro barras emitía una frecuencia fundamental diferente con armónicos ultrasónicos, y los circuitos del televisor detectaban estos sonidos y los interpretaban como canal de subida, canal de bajada, sonido encendido/apagado y encendido/apagado.
Más tarde, el rápido abaratamiento de los transistores hizo posible unos mandos electrónicos más baratos que contenían un cristal piezoeléctrico alimentado por una corriente eléctrica oscilante a una frecuencia cercana o superior al umbral superior del oído humano, aunque todavía audible para los perros. El receptor contenía un micrófono conectado a un circuito que se sintonizaba a la misma frecuencia. Algunos problemas de este método eran que el receptor podía activarse accidentalmente por ruidos naturales o deliberadamente por el choque de un metal contra un cristal, por ejemplo, y que algunas personas podían oír los armónicos ultrasónicos inferiores.
En 1970, RCA introdujo un mando a distancia totalmente electrónico que utilizaba señales digitales y una memoria de transistor de efecto de campo de metal-óxido-semiconductor (MOSFET). Se adoptó ampliamente para la televisión en color, sustituyendo a los mandos de sintonización motorizados.
El impulso para un tipo de mando a distancia de televisión más complejo llegó en 1973, con el desarrollo del servicio de teletexto Ceefax por parte de la BBC. La mayoría de los mandos a distancia comerciales de la época tenían un número limitado de funciones, a veces tan sólo tres: canal siguiente, canal anterior y volumen/apagado. Este tipo de mando no satisfacía las necesidades de los aparatos de teletexto, en los que las páginas se identificaban con números de tres dígitos. Un mando a distancia que seleccionara las páginas de teletexto necesitaría botones para cada número del cero al nueve, así como otras funciones de control, como pasar de texto a imagen, y los controles normales de televisión de volumen, canal, brillo, intensidad de color, etc. Los primeros aparatos de teletexto utilizaban mandos a distancia con cable para seleccionar las páginas, pero el uso continuado del mando a distancia necesario para el teletexto indicó rápidamente la necesidad de un dispositivo inalámbrico. Así que los ingenieros de la BBC iniciaron conversaciones con uno o dos fabricantes de televisores, lo que dio lugar a los primeros prototipos en torno a 1977-1978 que podían controlar muchas más funciones. ITT fue una de las empresas y más tarde dio su nombre al protocolo ITT de comunicación por infrarrojos.
En 1980, el mando a distancia más popular era el Starcom Cable TV Converter (de Jerrold Electronics, una división de General Instrument) que utilizaba un sonido de 40 kHz para cambiar de canal. A continuación, el ingeniero Paul Hrivnak creó una empresa canadiense, Viewstar, Inc. que empezó a fabricar un convertidor de televisión por cable con mando a distancia por infrarrojos. El producto se vendía a través de Philips por unos 190 dólares canadienses. El convertidor Viewstar tuvo un éxito inmediato, vendiéndose el convertidor número un millón el 21 de marzo de 1985, y 1,6 millones en 1989.
Otros mandos a distanciaEditar
El Blab-off era un mando a distancia con cable creado en 1952 que activaba o desactivaba el sonido de un televisor (televisión) para que los espectadores pudieran evitar escuchar los anuncios. En la década de 1980, Steve Wozniak, de Apple, fundó una empresa llamada CL 9. El objetivo de esta empresa era crear un mando a distancia que pudiera manejar múltiples dispositivos electrónicos. La unidad CORE (Controller Of Remote Equipment) se presentó en otoño de 1987. La ventaja de este mando a distancia era que podía «aprender» señales remotas de diferentes dispositivos. Tenía la capacidad de realizar funciones específicas o múltiples en varios momentos con su reloj incorporado. Fue el primer mando a distancia que podía conectarse a un ordenador y cargarse con un código de software actualizado según fuera necesario. La unidad CORE nunca tuvo un gran impacto en el mercado. Era demasiado complicado de programar para el usuario medio, pero recibió muy buenas críticas de los que sí podían hacerlo. Estos obstáculos acabaron provocando la desaparición de CL 9, pero dos de sus empleados continuaron con el negocio bajo el nombre de Celadon. Este fue uno de los primeros mandos a distancia de aprendizaje controlados por ordenador del mercado.
En la década de 1990, los coches se vendían cada vez más con cerraduras de puertas electrónicas por control remoto. Estos mandos transmiten una señal al coche que bloquea o desbloquea las cerraduras de las puertas o desbloquea el maletero. Un dispositivo posventa que se vende en algunos países es el arranque a distancia. Esto permite al propietario del coche arrancarlo a distancia. Esta función está más asociada a los países con climas invernales, en los que los usuarios pueden desear poner en marcha el coche durante varios minutos antes de que pretendan utilizarlo, para que los sistemas de calefacción y descongelación del coche puedan eliminar el hielo y la nieve de las ventanas.
ProliferaciónEditar
A principios de la década de 2000, el número de dispositivos electrónicos de consumo en la mayoría de los hogares aumentó considerablemente, junto con el número de mandos a distancia para controlar esos dispositivos. Según la Asociación de Electrónica de Consumo, un hogar estadounidense medio tiene cuatro mandos a distancia. Para manejar un sistema de cine en casa pueden ser necesarios hasta cinco o seis mandos a distancia, incluyendo uno para el receptor de cable o satélite, la videograbadora o el grabador de vídeo digital (DVR/PVR), el reproductor de DVD, el televisor y el amplificador de audio. Puede ser necesario utilizar varios de estos mandos a distancia de forma secuencial para que algunos programas o servicios funcionen correctamente. Sin embargo, al no existir pautas de interfaz aceptadas, el proceso es cada vez más engorroso. Una solución utilizada para reducir el número de mandos a distancia que hay que utilizar es el mando a distancia universal, un control remoto que está programado con los códigos de funcionamiento de la mayoría de las principales marcas de televisores, reproductores de DVD, etc. A principios de la década de 2010, muchos fabricantes de teléfonos inteligentes comenzaron a incorporar emisores de infrarrojos en sus dispositivos, permitiendo así su uso como mandos a distancia universales a través de una aplicación incluida o descargable.