Consejos de seguridad para beber el agua de un pozo privado

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Para la mayoría de las personas, su agua potable está regulada por los gobiernos federal y estatal, ya que reciben el agua a través de suministros comunitarios. Sin embargo, alrededor del 15% de los estadounidenses tienen su propia fuente de agua, a través de un pozo privado o manantiales en su propiedad. El gobierno no regula estas fuentes de agua y, por lo tanto, los propietarios deben prestar más atención a la seguridad de su agua potable.

La mayoría de las aguas subterráneas se consideran seguras, pero la gente debe hacerlas analizar periódicamente. Las aguas subterráneas que llenan los pozos pueden contaminarse a veces con productos artificiales como la gasolina, el aceite, las sales de la carretera y los productos químicos, aunque cuanto más profundo sea el pozo, menos probable será que se llene de cosas malas. El agua subterránea puede recoger elementos de la roca cuando la atraviesa. Los contaminantes de la escorrentía también pueden filtrarse a las aguas subterráneas. Elementos como los microorganismos, los metales pesados, el plomo, el cobre, los residuos domésticos y el flúor, entre otros, pueden encontrarse en trazas en el agua subterránea.

La Ley de Agua Potable Segura de 1974 no incluye los pozos privados. Sin embargo, consultar los requisitos para ello en el sitio web de la EPA puede dar a los propietarios de pozos una idea de cuáles son los niveles aceptables para estos numerosos contaminantes. Los departamentos de salud locales también son muy útiles a la hora de proporcionar información y ayuda con las pruebas de los pozos. Incluso algunas universidades locales con programas de ciencias ambientales a veces pueden ayudar a probar la calidad del agua.

Una serie de factores para mantener un pozo privado saludable deben ser abordados en orden antes de que pueda confiar en él para proporcionar agua «limpia».

  1. Construcción: ¿Fue el pozo construido sólidamente? Si los cimientos no son fuertes, podrían surgir problemas en cualquier momento.
  2. Ubicación: ¿Dónde está ubicado? ¿Qué problemas han experimentado sus vecinos? Qué hay cerca que pueda causar un problema?
  3. Mantenimiento: ¿Cómo se ha mantenido el pozo en los últimos años? Se ha comprobado periódicamente si el agua está contaminada?
  4. Fuente de agua: ¿Cuál es la calidad del acuífero del que se extrae el agua?
  5. Actividades humanas: ¿Qué ocurre en su zona que pueda afectar a su pozo?
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