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Hoy comienza una nueva era en el Emily Griffith Technical College, que dará la bienvenida a los estudiantes a un nuevo campus en el 1205 de Osage Street. Las instalaciones cuentan con espacios de formación de vanguardia para la Escuela de Oficios e Industria de Emily Griffith y la División de Educación Continua en constante expansión – un marcado contraste con las tres clases de educación continua que se ofrecían hace 99 años, cuando la escuela original abrió sus puertas.

La escuela lleva el nombre de la antigua maestra de las Escuelas Públicas de Denver y dos veces superintendente adjunta del estado de las escuelas que tenía el sueño de iniciar una escuela que estuviera abierta a todos, independientemente de la edad, los ingresos o el nivel de educación anterior. El 9 de septiembre de 1916, ese sueño se hizo realidad cuando Griffith abrió la Opportunity School en un edificio abandonado de DPS en el centro de Denver. Desde el principio, la escuela hizo honor a su lema: «Oportunidad pública para todos los que deseen aprender».

La Escuela de la Oportunidad, que funcionaba como escuela gratuita dentro del sistema de enseñanza pública de Denver, atrajo a tantos estudiantes que a mediados de los años 20 se trasladó a un nuevo edificio en el 1250 de la calle Welton, donde la palabra «Oportunidad» estaba inscrita sobre la puerta. Con el paso de los años, ese espacio también se quedó pequeño y se añadieron otros edificios en la manzana para satisfacer las crecientes necesidades de la comunidad, al tiempo que la propia escuela añadía clases en nuevos campos y ampliaba su programa de inglés como segunda lengua para ayudar a inmigrantes y refugiados de una asombrosa variedad de países. Después de su jubilación en 1933, el nombre de Emily Griffith se añadió al título de la escuela, que más tarde se dividió en la Escuela Secundaria Emily Griffith, así como en el Colegio Técnico Emily Griffith.

El año pasado, la escuela secundaria abrió en un nuevo campus, en un rascacielos readaptado en el 1860 de la calle Lincoln. Algunas de las clases técnicas -así como la peluquería y las cocinas culinarias- se trasladaron al nuevo espacio; otras terminaron el año en el edificio del 1250 de Welton mientras se acondicionaba un nuevo hogar en el barrio de La Alma; no es fácil poner talleres de soldadura en un edificio de oficinas en el centro de la ciudad.

La mudanza deja una pregunta extra: ¿Qué va a pasar con el edificio de alrededor de 1925 de la calle Welton? «Hemos abogado por una solución de conservación que tenga sentido y sea auténtica, dado que el lugar no sólo es importante desde el punto de vista arquitectónico, sino a nivel nacional por su asociación con Emily Griffith y el concepto de universidad técnica», dice Annie Levinsky, directora de Historic Denver. Esta organización fue la primera en hacer saltar las alarmas sobre la posibilidad de que DPS vendiera el edificio, que goza de una ubicación privilegiada junto al centro de convenciones.

Dos años después, su destino sigue siendo incierto. Pero después de que Historic Denver protestara, DPS retiró los planes de venta mientras se realizaban más estudios. Ahora Brad Buchanan, director de Planificación y Desarrollo de la Comunidad de Denver, ha intervenido para dirigir el proceso de determinación de su futuro; la ciudad celebrará una reunión el mes que viene para continuar la conversación. Mientras tanto, señala Levinsky, «el solar aún no está en el mercado».

Con un poco de suerte, su destino se determinará en 2016, el año en que la ciudad conmemorará el centenario de la fundación de Emily Griffith de su emblemático concepto educativo.

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