Cirugía de disco cervical artificial (artroplastia de disco cervical) – Wascher Cervical Spine Institute

La descompresión quirúrgica y la fusión de la columna cervical para la raíz nerviosa y la compresión de la médula espinal es una cirugía común y generalmente muy exitosa, realizada a través de enfoques anteriores y posteriores. En el pasado, la operación «estándar de oro» ha sido extirpar el disco mediante un abordaje anterior (utilizando una incisión en el cuello) y la fusión de los segmentos adyacentes utilizando hueso, sustituto óseo o una jaula de titanio artificial junto con una placa metálica (disectomía cervical anterior, fusión e instrumentación). Sin embargo, una de las preocupaciones teóricas después de la cirugía de fusión es la tensión en los niveles adyacentes, lo que lleva a una ruptura de los discos por encima o por debajo de la fusión denominada «enfermedad del segmento adyacente». En los últimos años se han desarrollado dispositivos diseñados para mantener el movimiento en el lugar de la extirpación del disco (denominados «sustitución total del disco» o TDR), minimizando teóricamente el desarrollo de la degeneración del segmento adyacente.

Los objetivos del TDR:

  1. Eliminar el dolor
  2. Preservar o mejorar la función neurológica

Lograr la estabilidad del segmento en el lugar del disco dañado mientras se preserva el movimiento en ese segmento. En teoría, esto provoca menos tensión en los niveles superiores e inferiores, lo que conduce a una menor incidencia de degeneración de los discos en los segmentos adyacentes.

La capacidad real de un disco cervical artificial para prevenir la degeneración del segmento adyacente y la necesidad de una cirugía adicional sigue siendo incierta. Aproximadamente el 25% de los pacientes desarrollan degeneración del espacio discal adyacente a una fusión cervical anterior durante los 5 años siguientes; sólo algunos (1,5-4,0% anual) de ellos se vuelven sintomáticos. Es probable que haya muchos factores que influyan en la degradación progresiva del disco, como la genética, la técnica quirúrgica en el momento de la cirugía original, las lesiones y la historia natural de la artritis que afecta a la columna cervical. En general, los estudios radiográficos y la resonancia magnética no siempre son capaces de determinar qué problemas del segmento adyacente son clínicamente significativos. Sin embargo, los resultados recientes han indicado unos resultados excelentes en las sustituciones de discos cervicales artificiales de uno y dos niveles, con una buena satisfacción de los pacientes, utilizando un dispositivo denominado disco cervical Mobi-C. Este dispositivo consta de dos placas metálicas de cromo, cobalto y molibdeno diseñadas para adherirse a las placas terminales del disco, que intercalan un núcleo de polietileno de peso molecular ultra alto unido a las placas metálicas que proporcionan movimiento en forma de rótula restringida.

El dispositivo se inserta en C3 a C7 por vía anterior (mediante una pequeña incisión en el cuello) con un mínimo de dolor y discapacidad. La mayoría puede realizarse de forma ambulatoria sin necesidad de utilizar un collarín cervical, y los pacientes suelen volver a sus actividades habituales en dos semanas. Por lo general, se recomienda restringir las actividades por encima de la cabeza, el levantamiento de objetos pesados (> 40 libras) y los movimientos repetitivos del cuello durante 6 semanas después de la cirugía.

Las indicaciones incluyen:

  1. Pacientes adultos con hueso normal con dolor intratable en el brazo, dolor de cuello y/o signos de compresión de la médula espinal debido a una hernia de disco cervical o artritis cervical.
  2. Confirmación de la compresión de la raíz nerviosa o de la médula espinal mediante resonancia magnética o mielografía.
  3. Fracaso de 4 a 6 semanas de tratamiento conservador (no quirúrgico).

Las contraindicaciones incluyen, entre otras:

  1. Infección aguda o crónica.
  2. Enfermedad grave de los aspectos posteriores de la columna cervical.
  3. Osteoporosis u otras enfermedades óseas.
  4. Instabilidad espinal marcada
  5. Deformidad anatómica de los cuerpos vertebrales debido a un traumatismo previo, enfermedad reumatoide, etc.
  6. Alergia conocida a cualquiera de los componentes del implante de disco artificial.

Las complicaciones asociadas a la TDR cervical se discuten en un artículo adicional en wascherspineinstitute.com.

Hasta la fecha, hemos obtenido excelentes resultados en un modesto número de pacientes sometidos a artroplastia discal total Mobi-C. La artroplastia de disco cervical es cada vez más habitual, ya que ahora múltiples estudios indican la tendencia a mejorar los resultados con la limitación de la enfermedad del segmento adyacente y el mantenimiento del movimiento biomecánico normal de la columna cervical. Si tiene dolor de brazo, dolor de cuello, y/o le han dicho que tiene un nervio pellizcado o la médula espinal en el cuello, podría ser un candidato para un disco cervical artificial. Llámenos hoy al 920-882-0818

para una evaluación gratuita de sus estudios de resonancia magnética, así como la educación en cuanto a si la cirugía de disco cervical artificial podría ser el procedimiento ideal para aliviar su dolor.

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