1. Está al nivel de Las Vegas, a nivel del mar. Basándonos en el increíble primer año de HQ Nightclub, era de esperar que Angel Management Group hiciera algo igual de magnífico con su club de playa junto al Boardwalk, especialmente porque también gestionan una de las fiestas en la piscina más salvajes de Las Vegas: Wet Republic Ultra Pool en el MGM Grand. Por lo tanto, casi no hace falta decir que el HQ Beach Club no se parece a nada que se haya visto en Atlantic City hasta ahora: un oasis opulento y escandaloso que lleva la escena de la vida diurna del complejo a nuevas cotas.
2. Verás unas curvas exquisitas. El diseño del club por sí solo es algo digno de contemplar. Todo el espacio está enclavado entre el lateral del casino y el Boardwalk. Los invitados entran desde el Boardwalk, a través de las camas de día rodeadas de arena, y descienden hasta la piscina triangular, donde hay más cabinas y pasarelas que llevan a la pista de baile principal, frente a la cabina del DJ. En el lado opuesto a la entrada hay seis lujosos bungalows con vistas a la piscina, equipados con camas, sofás, televisores de alta definición e incluso sus propias piscinas de inmersión.
3. Da un nuevo significado a la energía solar. Hay muchas de las llamadas fiestas en la piscina que en realidad son sólo lugares para relajarse, refrescarse y ser visto. Sin embargo, HQ Beach Club es una fiesta en la piscina, en el sentido más estricto del término, en la que la gente baila, chapotea y a veces se enfurece frente a los DJs de música electrónica de baile de alto nivel que actúan allí. Los autógrafos en la tabla de surf que hay detrás de los platos de los DJ, incluidos los de Armin Van Buuren, Kaskade, Chuckie y muchos más, son la prueba de que esta es ya una parada de primera para los mejores talentos de la EDM que el mundo puede ofrecer.
4. Esperar el servicio con una tabla de surf. Las numerosas zonas de servicio de botellas antes mencionadas no sólo ofrecen un lugar lujoso para descansar, sino también un largo menú de opciones de comida y bebida. Los mínimos de la cuenta obligatoria cambian cada fin de semana, pero la media es de unos 3.000 dólares para reservar una cabaña y 5.000 dólares para reservar un bungalow privado. Se pueden pedir varias cosas para alcanzar esos totales, desde jarras de mojitos y bandejas de fiesta hasta cigarrillos y crema solar, pero si se elige una botella especialmente cara, como una de 3 litros de Dom Perignon de 5.000 dólares, la gloria de que te la entregue un camarero en bikini llevado en una tabla de surf es gratis.
5. Aprovecha al máximo el sol y tus tragos. En una discoteca, llegar temprano puede parecer una tontería, pero aquí es mejor llegar hacia el mediodía o antes, porque a última hora de la tarde el casino empieza a ocultar el sol. Si no tienes servicio de botella, lo más fácil es conseguir bebidas en el segundo bar de la esquina más alejada, levantado detrás de la cabina del DJ, donde no se aventura tanta gente. Y si vas a ir a la piscina, es posible que quieras terminar tu bebida primero, porque es probable que sea golpeada por una pelota de playa perdida o que se llene de agua cuando todo el mundo empiece a chapotear cuando baje el ritmo.