Peces como las sardinas, las sardinas y los arenques son deliciosos para comerlos enteros, pero no a todo el mundo le gustan las espinas pequeñas, aunque son comestibles. Este método de quitar las espinas, pero mantener los dos filetes unidos, facilita la tarea de asar el pescado a la parrilla o a la barbacoa, además de proporcionarle un «sobre» para rellenar, como el que se utiliza en nuestra receta de sardinas rellenas a la siciliana, mostrada arriba. Antes de empezar, escale el pescado, destrípelo y lávelo. Es más fácil hacer las sardinas sin cabeza, pero la elección es suya.
Nuestra guía de cuatro pasos para hacer sardinas rellenas:
Primer paso:
Abra el pescado eviscerado y colóquelo, con la piel hacia arriba, en su superficie de trabajo. Sujetando la cola con una mano, presione firmemente a lo largo de la espina dorsal con la otra hasta que el pescado quede completamente plano.
Segundo paso:
Da la vuelta al pescado. (Si la cabeza todavía está unida, utiliza unas tijeras para cortar donde empieza la espina dorsal antes de empezar). Tire suavemente de la espina dorsal.
Paso tres:
Siga tirando hasta llegar al extremo de la cola, entonces corte la espina dorsal y deséchela.
Paso cuatro:
Raspa las espinas pequeñas que queden, o quítalas con unas pinzas, y luego déjalas planas para asarlas, asarlas o freírlas, o dóblalas para rellenarlas.Pon en práctica tus nuevas habilidades probando una de nuestras recetas de sardinas.