¿Cómo funciona una cámara? Guía sencilla para principiantes sobre el uso de una cámara

Todas las cámaras modernas utilizan un objetivo y un sensor (o película) para grabar una imagen. Pero, ¿por qué entonces dos personas pueden hacer una fotografía de la misma escena y acabar con resultados muy diferentes? Una cámara es algo más que un objetivo y un sensor, y el ajuste de esos elementos adicionales cambia el aspecto de la imagen final.

Una de las formas en que las imágenes se vuelven únicas es a través de la composición. El objetivo de una cámara es incapaz de verlo todo: la composición es simplemente un término que se utiliza para describir lo que el fotógrafo decide dejar dentro y lo que decide dejar fuera. Ajustar la composición es a menudo tan fácil como moverse en una escena: piensa en moverte hacia delante o hacia atrás, así como de lado a lado, o incluso arrodillarte o ponerte de pie en una silla. Pequeños cambios en la posición de la cámara pueden tener un gran impacto en la fotografía.

Los objetivos también pueden ayudar a alterar la composición de una fotografía. En los objetivos con zoom, el cristal está montado de forma que permite al usuario ajustar lo cerca o lo lejos que aparece el objeto. En una cámara compacta, el zoom suele hacerse con una pequeña palanca en la parte superior de la cámara, mientras que los objetivos DSLR y sin espejo tienen un control de giro alrededor del objetivo. El zoom es una herramienta excelente para recortar objetos que distraen.

Otro aspecto importante de la fotografía es la exposición, es decir, lo clara u oscura que es la imagen, y depende de una serie de factores diferentes que, en conjunto, determinan la cantidad de luz que se registra.

Las cámaras digitales tienen un medidor incorporado que mide la cantidad de luz en una escena. Mientras está en automático, el ordenador de la cámara elige la exposición correcta. Aunque el modo automático no es perfecto y no permite personalizar el aspecto final de la foto, se puede disparar una imagen correctamente expuesta (la mayoría de las veces) seleccionando el modo «automático» dentro del menú de la cámara o, en las cámaras más avanzadas, un dial de modo en la parte superior de la cámara.

Los fotógrafos novatos todavía pueden ajustar la exposición sin aprender los modos manuales a través de la compensación de la exposición. Esta función simplemente aclara y oscurece la imagen. En las cámaras avanzadas, la compensación de la exposición suele ajustarse pulsando el botón con el signo + y – y girando el dial cerca del pulgar derecho. Sin embargo, la función no es exclusiva de las cámaras avanzadas: en un iPhone, puedes tocar la pantalla, luego tocar el icono del sol que aparece y arrastrar el dedo hacia arriba y hacia abajo.

Una vez que hayas elegido un modo de exposición (probablemente automático para los nuevos fotógrafos) y hayas determinado qué incluir en la composición, sólo tienes que pulsar el botón de la parte superior derecha de la cámara, ¿verdad? Sí – y no.

Pulsar el botón superior (el término técnico es disparador) hasta el final hará una fotografía, pero pulsarlo hasta la mitad enfocará la toma. Mirando por el orificio de la parte superior de la pantalla (que se llama visor) o por la pantalla LCD de la cámara, pulse el disparador hasta la mitad. Compruebe que lo que desea enfocar (el «sujeto») está realmente enfocado y, a continuación, pulse el disparador hasta el final para tomar la fotografía.

Al utilizar una cámara digital, la fotografía que acaba de tomar aparecerá en la pantalla LCD. Si no aparece automáticamente, pulse el botón con el símbolo de reproducción para que aparezcan las fotos que ha tomado; puede utilizar las teclas de flecha para recorrerlas. Gracias a esa tecnología digital, puedes ver tus imágenes y volver a tomarlas si no te gusta la composición o necesitas ajustar la compensación de la exposición

Aunque la tecnología permite tomar una fotografía con sólo pulsar un botón, no siempre fue así. Las cámaras recogen y registran la luz utilizando una ciencia bastante aseada y una tecnología avanzada. Puede que la máquina del tiempo sea ciencia ficción, pero la cámara puede congelar los recuerdos para que duren para siempre.

¿Quieres hacer algo más que apuntar y disparar? ¿Tienes una cámara DSLR y sigues atascado en el modo automático? Aprende a utilizar los modos manuales para llevar tu fotografía al siguiente nivel.

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