La cirugía de manga gástrica implica la extirpación del 80 por ciento del estómago, lo que limita la cantidad de alimentos que se pueden ingerir, y tarda entre una y dos horas en realizarse.
Suele realizarse como un procedimiento mínimamente invasivo, que implica pequeñas incisiones. Este tipo de procedimientos suelen provocar menos dolor, menos tiempo de hospitalización, menos complicaciones y mejores resultados estéticos. La recuperación es más larga que la de la cirugía abierta, que implica incisiones largas.
Durante el procedimiento, un cirujano bariátrico realiza varias incisiones pequeñas en el abdomen e introduce un laparoscopio. Se trata de un instrumento con una pequeña cámara que envía imágenes a un monitor. Se insertan otros instrumentos médicos para llevar a cabo la cirugía.
El cirujano extirpa una gran parte del estómago y forma la parte restante en un tubo estrecho. El estómago más pequeño limita la cantidad de comida que se puede ingerir. El procedimiento también provoca cambios hormonales en el cuerpo que reducen el apetito. «Se sentirá saciado más rápidamente, tendrá un mejor control del apetito y, naturalmente, no comerá tanto», dice el Dr. Takata.