Aprender a enseñar a su hijo a conducir es algo importante. Es un hito importante en la vida de un adolescente y es uno que viene con no poca cantidad de nervios. Pero no te preocupes. Si has conseguido que tus hijos lleguen hasta aquí, puedes saber cómo enseñarles a conducir. Sólo tienes que seguir estos consejos y se pondrán en camino hacia el carnet de conducir en un abrir y cerrar de ojos.
Empieza por lo básico
Llevas mucho tiempo conduciendo. Mucho de lo que haces automáticamente es completamente nuevo para tu hijo. Antes de que se le ocurra encender el motor, pídale que se siente en el asiento del conductor y se familiarice con el coche.
Esto incluye ayudarle a ajustar el asiento y los espejos, así como indicarle dónde se encuentran los intermitentes, los limpiaparabrisas y los faros. Incluso los pedales del suelo y la palanca de cambios necesitan una explicación. Recuerda que todo esto es nuevo para tu hijo.
La seguridad ante todo
Además de asegurarte de que se abrochan el cinturón de seguridad, ten una pequeña charla sobre la conducción distraída. Anímales a que dejen su smartphone y aprovechen las llamadas de manos libres. Ya sea a través del sistema de infoentretenimiento de tu coche o de un dispositivo posventa, asegúrate de que saben cómo responder y hacer llamadas sin tocar ese smartphone.
Lento y constante
No solo hablamos de velocidad en este caso. El proceso de aprender a conducir lleva su tiempo, así que hazlo despacio. No esperes que tu hijo esté listo para la carretera de inmediato. Dale tiempo para que se sienta cómodo al volante y ve introduciendo poco a poco nuevas situaciones.
Esto también es bueno para ti, ya que te permite aumentar tu confianza como profesor. No intentes hacer demasiadas cosas demasiado pronto. Dedica un día más a conducir por un aparcamiento si necesitan un poco más de práctica antes de salir a la carretera. Acorta una sesión de conducción planificada y vuelve a programarla si tú o tu hijo estáis cansados. Tómese todo el tiempo que necesite para hacerlo bien.
Respire profundamente
Usted está nervioso. Su hijo está nervioso. Todo el mundo está nervioso. El truco aquí es relajarse. Cuanto más tranquilo estés tú, más tranquilo estará tu hijo y viceversa. Recuerda que tienes todo el tiempo que necesitas para practicar, así que no hay razón para presionarte a ti mismo o a tu hijo para apresurarte en el proceso.
También es importante mantener la calma cuando hacen algo mal. En lugar de entrar en pánico y gritar, explique con calma por qué no se incorporó en la dirección correcta o debería haber dejado que otro coche girara primero. Mantén la calma y os resultará más fácil a los dos.
Comunica, comunica, comunica
Hasta que no intentas enseñar a alguien a conducir no te das cuenta de lo mucho que lo haces de forma intuitiva. Tu trabajo es ayudar a tu hijo a desarrollar esa misma intuición. Si ves que un coche está a punto de cortarte el paso, aunque tengas el derecho de paso, díselo a tu hijo y explícale que te has dado cuenta de que estaba reduciendo la velocidad o empezando a desviarse hacia tu carril.
Comparte cómo manejarías tú cada situación, para que entiendan cómo tomar buenas decisiones en la carretera cuando no estés allí. Conducir es, por un lado, la mecánica física del coche y, por otro, observar a los demás y saber qué hacer con los demás coches.
Descubrir cómo enseñar a tu hijo a conducir no es tan difícil como crees. Tómese su tiempo, relájese y comuníquese con su hijo, y estará listo para conducir en poco tiempo.
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