por Alicia Chang
El terremoto de Italia fue mucho más débil que el de Myanmar, pero causó muchos más daños porque se produjo a menor profundidad. Associated Press explica la diferencia entre los terremotos superficiales y los profundos.
LA MAGNITUD DE LOS TERREMOTOS ES MÁS QUE UN NÚMERO
La fuerza destructiva de un terremoto no sólo depende de su fuerza, sino también de la ubicación, la distancia al epicentro y la profundidad. Los terremotos pueden producirse cerca de la superficie o en las profundidades de la Tierra. La mayoría de los terremotos se producen a poca profundidad, según el Servicio Geológico de Estados Unidos. El terremoto de Italia fue muy superficial y se originó a una profundidad de entre 2,5 millas (4 kilómetros) y 6 millas (10 kilómetros), según el servicio geológico italiano y el USGS. Las mediciones de la magnitud también variaron ligeramente, entre la magnitud 6 y 6,2. Por el contrario, el terremoto de 6,8 en Myanmar fue más profundo, a 52 millas (84 kilómetros), lo que se considera una profundidad intermedia.
Los terremotos profundos son como «una bomba»
Los terremotos poco profundos suelen ser más dañinos que los más profundos. Las ondas sísmicas de los terremotos profundos tienen que viajar más lejos hasta la superficie, perdiendo energía por el camino. Las sacudidas son más intensas en los terremotos que golpean cerca de la superficie, como si hicieran estallar «una bomba directamente debajo de una ciudad», dijo Susan Hough, sismóloga del USGS. El terremoto de Italia devastó tres ciudades, que albergaban estructuras medievales construidas antes de que existieran los códigos de construcción. Muchos edificios eran de ladrillo o piedra, que pueden desmoronarse durante las sacudidas. «Son muy pintorescos, pero no soportan muy bien los terremotos», dijo Hough.
Los terremotos profundos golpean a lo largo y ancho
Aunque los terremotos profundos pueden ser menos dañinos, suelen sentirse más ampliamente. La mayor parte de la destrucción en el terremoto de Myanmar se centró en la ciudad turística de Bagan, donde casi 100 pagodas de ladrillo que datan de siglos atrás resultaron dañadas. Al menos cuatro personas murieron en el temblor de Myanmar, que también destrozó antiguas pagodas budistas.