Cómo cultivar un bonsái

El arte oriental del bonsái es muy conocido en occidente. Está rodeado de misterio y genera curiosidad a primera vista. A veces este interés desaparece con el tiempo, pero en algunos casos, a la gente le gusta profundizar y conocer más sobre esta hermosa técnica de jardinería en miniatura.

Pero cultivar un bonsái no es sólo cuestión de jardinería. También tiene un valor terapéutico, además de que permite tener paciencia y fortaleza y es una gran actividad para relajarse. Un bonsái puede acompañarte hasta el final de tus días. De hecho, los antiguos chinos creían que aquellos que podían cuidar de un árbol en miniatura durante mucho tiempo obtenían la eternidad para su alma. Para ellos, un árbol podía ser la conexión entre lo sagrado y lo humano, entre el cielo y la tierra.

Los primeros registros de personas cultivando bonsáis se encuentran en China. Sin embargo, los japoneses son los responsables de desarrollar y mejorar el arte tal y como lo conocemos hoy. Al contrario de lo que la mayoría de la gente cree, los bonsáis no son plantas genéticamente enanas, sino que se mantienen pequeñas mediante una serie de técnicas y pasos que, si se hacen correctamente, permiten que el árbol viva tanto como su especie original. Cualquier árbol puede cultivarse como bonsái. Sin embargo, hay que pensar en muchos detalles antes de empezar.

Antes de empezar

Antes de preguntarse cómo cultivar un bonsái, hay que tener en cuenta qué especie se quiere plantar y también las condiciones de la casa, el entorno y el clima. Hay algunas opciones que podrían ser buenas para empezar, como el olmo chino y el pino negro japonés. Ten en cuenta también que cualquier árbol puede convertirse en un bonsái, pero hay que pensar en detalles como el tamaño de las hojas. Mucha gente prefiere los árboles con hojas pequeñas, porque son más fáciles de modelar.

También hay otra consideración que debes hacer cuando planeas cultivar un bonsái: hay muchas maneras de hacerlo. Podrías empezar desde cero, lo que significa comprar semillas en una tienda o recogerlas cerca de los árboles de tu casa o en la naturaleza. También puedes encontrar o comprar una planta joven, llamada «prebonsái», que consiste en un árbol germinado en fase inicial. Así todo el proceso será más rápido, aunque recuerda: cultivar un bonsái es también un ejercicio de paciencia. La última opción puede ser la más fácil, pero también la menos didáctica: se trata de comprar un bonsái adulto. En ese caso sólo tendrías que realizar actividades de cuidado. Es importante saberlo: No hay «semillas de bonsái». Si alguien te ofrece un producto así, o miente o no sabe mucho de bonsáis. La semilla de la que procede un bonsái es sólo una semilla de árbol normal, el proceso de hacer un bonsái viene después, una vez germinada.

Los bonsáis se dividen por su tamaño: desde los más pequeños, llamados Keshitsubo, hasta algunos de los más grandes llamados Hachi-uye. También hay diferentes estilos de bonsáis: vertical formal e informal, inclinado, en cascada, shari, bosque, balsa, y muchos más.

Las formas más baratas y bonitas

Crecer un bonsái a partir de una semilla es un proceso lento y laborioso, pero también es la forma más gratificante de hacerlo. Puede llevar años y puedes fracasar al principio, pero mientras sigas intentándolo y sientas pasión por ello te sorprenderán los resultados.

Si eres un principiante entonces probablemente no querrás esperar tanto tiempo para obtener resultados. Lo que la mayoría recomienda es comprar un prebonsái, o encontrar uno en un bosque cercano a tu casa (recuerda que un prebonsái no es más que un árbol en su fase inicial). En caso de que te decidas por la segunda opción hay que tener muchas consideraciones. Necesitas el permiso del propietario del terreno para hacerlo. También hay que tener mucho cuidado de no dañar las raíces al cavar. También hay una época del año concreta para hacerlo: las primeras semanas de la primavera.

Cuando se cultiva un bonsái a partir de una semilla hay que hacer la plantación en otoño, para que empiecen a germinar en primavera. Siempre es mejor seleccionar árboles que se adapten fácilmente al clima del lugar en el que se vive; así jugará a nuestro favor.

Perforación y alambrado

La poda es una de las formas de crear y dar forma a un bonsái. Es muy importante no intentar cambiar demasiado la silueta original del árbol. La poda debe ser constante (es necesaria no sólo para dar forma sino como parte del proceso de cuidado) y hay que tener puntos regulares para ella en el árbol, para conseguir un bonsái bonito y agradable con hojas fuertes y numerosas.

Por otro lado, el alambrado también ha sido una opción útil para cultivar un bonsái. Dar forma a los ángulos, generar ramas, todo esto se puede hacer con el alambrado. Sin embargo es muy importante hacerlo de la manera correcta, porque puede ser un desastre si no se hace bien.

Hay más técnicas que se pueden aplicar cuando se cultiva un bonsái. Puedes desfoliar el árbol para obtener hojas más pequeñas, o para equilibrar su forma. También hay una técnica muy conocida llamada Jin & Shari que consiste en hacer que un bonsái parezca viejo y maduro creando zonas de madera muerta en el árbol, tal y como ocurre a veces en la naturaleza.

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Cuidados del bonsái

Mantener fuerte y sano su árbol en miniatura es cuestión de buenos cuidados. Si te decides a cultivar un bonsái este es el último paso del camino y, si lo haces bien, el más gratificante. También es el procedimiento más largo porque puede durar casi toda tu vida e incluso después, si decides dejarlo a tus descendientes. En Japón, las familias heredan los bonsáis de una generación a otra.

Como decíamos antes, hay muchos tipos de bonsáis como especies de árboles, por lo que la forma de cuidarlos puede diferir de unos a otros. Para el proceso de riego debes revisar constantemente la tierra del bonsái y mantenerla húmeda, y cuando se seca un poco entonces volver a regar. Es muy importante no inundarlo.

Busca un lugar agradable para tu bonsái. Algunos árboles en miniatura necesitan al menos algo de luz solar directa sobre ellos, otros no demasiada. Comprueba la humedad y la temperatura de la habitación donde piensas poner tu bonsái y ten en cuenta las necesidades del árbol que elijas.

Cuando cultives un bonsái, habrá un momento en el que tendrás que pensar en llevarlo de una maceta vieja a una nueva, es lo que se llama trasplantar. Diferentes especies de árboles significan diferentes períodos de trasplante, de 2 a 5 años.

La fertilización es también un tema conveniente de conocer. Hay muchos fertilizantes aptos para bonsái, pero también puedes usar los normales, aunque ten mucho cuidado de no usar demasiado. La mayoría de las marcas comerciales tienen instrucciones sobre cómo utilizarlos.

Recuerde siempre comprobar si hay algún huésped no invitado en su bonsái. Tu árbol en miniatura no es diferente del original cuando se trata de hongos, plagas o enfermedades.

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