AMÉRICA

Parte de la serie especial de CGTN Redescubriendo el Nuevo Mundo

La nación de habla hispana más grande del mundo está viviendo una de las elecciones presidenciales más vigiladas de la historia moderna. El candidato favorito es un populista de izquierda y ex alcalde de Ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador, más conocido como AMLO.

Ha sido un viejo crítico del Partido Revolucionario Institucional o PRI, que ha tenido el poder en México durante más de 75 años y actualmente controla la presidencia y la mayoría en ambas cámaras del Congreso mexicano.

Pero como la mayoría de los políticos mexicanos, López Obrador también fue miembro del PRI, y su caso ilustra la profunda conexión del PRI con el poder político en México. Los expertos dicen que, para entender la estructura de poder de México, es esencial conocer la historia del Partido Revolucionario Institucional.

El PRI fue creado por las élites militares que se aferraban al poder tras ganar la Revolución Mexicana. 1928, el líder revolucionario Álvaro Obregón fue asesinado. Llegó al poder el general Plutarco Elías Calles, quien en 1929 creó el antecedente del PRI, el Partido Nacional Revolucionario o PNR.

Tras el asesinato del líder revolucionario Álvaro Obregón, llegó al poder el general Plutarco Elías Calles (al centro).

El historiador Lorenzo Meyer dijo que desde el nacimiento del partido, éste fue diseñado para ejercer el poder que heredó Calles. «Así nació el PRI en 1929. El partido no nació para competir por el poder. Ya tenía el poder», dijo.

En 1934, Calles nombró a su sucesor, otro general revolucionario, Lázaro Cárdenas.

En 1938, Cárdenas nacionalizó el sector petrolero, creando el monopolio estatal del petróleo, PEMEX. Dijo que lo hizo en beneficio de la nación: «Este es un caso claro y evidente. Obliga al Gobierno a aplicar la Ley de Expropiación, porque han roto los contratos laborales con sus trabajadores»

Para 1946, el PRM cambió por última vez su nombre por el de Partido Revolucionario Institucional, o PRI. Un largo periodo de crecimiento económico, marcado por los controles autoritarios, caracterizó a México en las décadas de los 40, 50 y 60.

En 1968, el gobierno mexicano ordenó a las fuerzas de seguridad armadas que dispararan contra cientos de manifestantes en el distrito mexicano de Tlatelolco.

El clima político mundial cambió en 1968 y, al igual que otras grandes capitales, las calles de Ciudad de México también se llenaron de manifestantes por la democracia. El gobierno mexicano ordenó a las fuerzas de seguridad armadas disparar contra cientos de manifestantes en el distrito mexicano de Tlatelolco.

Un año después, en un famoso discurso ante el Congreso de México, controlado por el PRI, Díaz Ordaz dijo: «Asumo plenamente la responsabilidad personal, ética, social, jurídica, política e histórica de las decisiones del gobierno en relación con los acontecimientos del año pasado.»

A pesar de la masacre, México siguió adelante con los planes de organizar los Juegos Olímpicos de Verano de 1968.

El partido de gobierno único del PRI creó el gobierno central más fuerte que había tenido México. En las zonas rurales y en las ciudades, su legado es evidente. Un monumento a la Revolución Mexicana se erige como símbolo del dominio del Partido Revolucionario Institucional.

La década de los setenta fue testigo de más violencia patrocinada por el gobierno contra los manifestantes a favor de la democracia.

Terremoto de 1985 en Ciudad de México.

El terremoto de 1985 en la Ciudad de México demostró a los ciudadanos la incapacidad del gobierno del PRI para responder a la crisis. las elecciones presidenciales de 1988, un sistema informático de recuento de votos falló repentinamente, y otro presidente del PRI llegó al poder.

A mediados de la década de 1990, un gobierno del PRI ayudó a negociar la creación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Pero durante ese tiempo, muchos seguían creyendo que el PRI era un partido corrupto.

En 1994, el candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio, prometió romper con el pasado autoritario y corrupto de su partido. En campaña, Colosio dijo: «Veo un México hambriento y sediento de justicia. Veo al pueblo mexicano agraviado por las leyes que le imponen quienes deberían servir al pueblo».

Pero la violencia política golpeó ese mismo año y el candidato del PRI fue asesinado en la ciudad fronteriza de Tijuana.

Vincente Fox (FOTO: AP)

El cambio político masivo llegó a México en el año 2000, cuando por primera vez en la historia, el PRI perdió una elección presidencial. El presidente Ernesto Zedillo, también del PRI, entregó pacíficamente el poder a Vicente Fox, del Partido Acción Nacional.

Al hablar a la nación durante su último discurso televisado, Zedillo dijo: «El Instituto Federal Electoral ha informado a todos los mexicanos… que el próximo presidente de la República será Vicente Fox».

El partido perdió dos elecciones presidenciales más antes de volver al poder en 2012.

En las actuales elecciones presidenciales de México las encuestas indican una percepción generalizada de la corrupción del PRI, que ha colocado al candidato del partido en un lejano tercer lugar.

Andrés Manuel López Obrador (FOTO: AP)

Ahora, el candidato de izquierda Andrés Manuel López Obrador, quien construyó una carrera política denunciando al PRI, es ahora el favorito para ganar las elecciones presidenciales de México en 2018, a pesar de tener una historia personal ligada al Partido Revolucionario Institucional.

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