Por Kathleen Doheny
Reportera de HealthDay
SUNDAY, 16 de abril (HealthDay News) — Scott Peres, un representante de ventas de 42 años de la ciudad de Nueva York, tenía un dolor crónico en el hombro, así que decidió probar la acupuntura para aliviar el dolor.
Su acupuntora, Shellie Goldstein, que ejerce en la ciudad de Nueva York y en el elegante East Hampton, Nueva York, insertó suavemente algunas agujas en la zona del hombro, y pronto el dolor comenzó a aliviarse. Mientras charlaban, Goldstein también mencionó que algo llamado acupuntura facial podría reducir las finas líneas de su rostro. Así que Peres decidió probarlo también.
Al final de su cuarta sesión de acupuntura facial, Peres estaba cada vez más satisfecho con los resultados. «Mis patas de gallo se han suavizado y el color de mi piel ha mejorado», dijo, y añadió que un amigo le preguntó si se había puesto un «relleno» para rellenar su cara.
Aunque el alcance de la tendencia es difícil de calibrar porque las cifras exactas son difíciles de obtener, está claro que la acupuntura facial está ganando adeptos, sobre todo entre los Baby Boomers que buscan retroceder en el tiempo. Pero hay otras fuerzas que impulsan la demanda, como los consumidores cansados de repetir las inyecciones de Botox o que desconfían del procedimiento. Por ello, los acupuntores, muy hábiles en el negocio, están comercializando su enfoque alternativo como una solución holística.
Al igual que la acupuntura tradicional, el profesional inserta pequeñas agujas en «puntos de presión» de la cara, impulsando, según sus defensores, el flujo sanguíneo a la zona, produciendo músculos más tensos y una apariencia más juvenil.
Nadie parece saber cuántos acupuntores con licencia en Estados Unidos ofrecen este tipo de rejuvenecimiento facial, pero Mary Elizabeth Wakefield, una acupuntora de Nueva York, dijo que ha enseñado la técnica a más de 1.000 de sus colegas.
Y en la reunión anual de la Asociación Americana de Medicina Oriental del año pasado, los dos talleres sobre acupuntura facial estuvieron a rebosar, dijo Rebekah Christensen, portavoz del grupo con sede en Sacramento, California. El verdadero auge comenzó, según Goldstein, después de que los medios de comunicación señalaran hace dos años que muchas celebridades de Hollywood habían renunciado al bótox en favor de la acupuntura facial. «Mi consulta se triplicó», dijo.
Goldstein ha registrado el nombre de su técnica, Acufacial, que, según dijo, es buena para las «líneas de marioneta» alrededor de los lados de la boca que aparecen cuando se sonríe, las arrugas que van de la nariz a los labios, llamadas líneas nasolabiales, y las líneas del ceño entre las cejas, entre otras zonas.
«Es buena para todas ellas», dijo.
La acupuntura facial «es tan eficaz como el Botox para las líneas finas, casi tan eficaz con las arrugas más profundas, y sin paralizar los músculos», dijo Goldstein.
Sin embargo, la acupuntura facial tiende a costar más y a exigir una mayor inversión de tiempo que el Botox.
Las tarifas típicas de la acupuntura facial en la zona de Nueva York oscilan entre 140 y 200 dólares por sesión, y se recomiendan entre 10 y 20 sesiones semanales, seguidas de sesiones mensuales de mantenimiento. Con este esquema de tarifas, la factura típica del primer año sería de 2.800 dólares o más, y de 4.400 dólares durante dos años. Si se sigue ese calendario, dijo Goldstein, se puede esperar que los efectos duren dos años.
Para las inyecciones de Botox, la tarifa media del médico es de 376 dólares -pero suele ser mayor en las áreas metropolitanas-, según la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos, y el procedimiento se repite cada tres meses.
Los cirujanos estéticos no descartan la idea de que la acupuntura facial funcione, pero por ahora dicen que faltan pruebas científicas publicadas.
Una cirujana estética que mantiene la mente abierta es la doctora Laurie A. Casas, profesora asociada de cirugía en la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern, que también es portavoz de la Sociedad Americana de Cirugía Plástica Estética.
«Nunca, jamás, desestimo ninguna modalidad que haya existido tantos miles de años», dijo Casas, refiriéndose a la práctica de la acupuntura.
Pero, añadió, «creo que es fundamental que este grupo de excelentes profesionales realice algunos estudios y luego nos demuestre» que funciona.
Aunque se han publicado algunos estudios que sugieren que la acupuntura facial funciona, Casas dijo que lo que se necesita es un buen estudio científico, uno en el que la acupuntura se realice en un lado de la cara y el Botox, o ningún procedimiento, en el otro lado. Entonces, la documentación fotográfica podría mostrar los efectos de cada tratamiento o de la ausencia de tratamiento.
«Tienen que demostrar que la acupuntura es rentable como alternativa a los métodos estándar para reducir los signos del envejecimiento facial», dijo.
SOUROS: Mary Elizabeth Wakefield, acupuntora licenciada, Nueva York; Shellie Goldstein, acupuntora licenciada, Nueva York; Scott Peres, Nueva York; Laurie Casas, doctora, profesora asociada de cirugía, Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern, Chicago; Rebekah Christensen, portavoz de la Asociación Americana de Medicina Oriental
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