Dejar de fumar requiere deseo, dedicación y empuje, pero también requiere algo de investigación. Saber qué esperar -tanto los agradables beneficios para la salud como las desagradables abstinencias- le ayudará a perseverar y a superar la adicción al cigarrillo.
El cuerpo humano es increíblemente resistente y trabajará activamente para curarse a sí mismo, así que pueden pasar muchas cosas durante esas primeras 24 horas sin un cigarrillo:
En tan sólo 20 minutos después de dejar de fumar experimentará un descenso de la presión sanguínea y un aumento de la circulación en las extremidades; después de 8 horas sin fumar, los niveles de monóxido de carbono y nicotina en su cuerpo se reducirán a la mitad, lo que permitirá que su cerebro reciba el oxígeno que necesita para funcionar de forma óptima; a mediados del primer día, su nivel de monóxido de carbono habrá vuelto a la normalidad, lo que aliviará el estrés en su corazón; y al llegar a las 24 horas, habrá reducido con éxito sus posibilidades de sufrir un ataque al corazón.
También es importante saber que experimentará algunos retiros físicos y emocionales debido a la ausencia de nicotina. Lo principal es recordar que estos síntomas son temporales y se disiparán con el tiempo.
Ansias de nicotina: Estos pueden comenzar tan pronto como 30 minutos después de su último cigarrillo, pero sepa que tienden a durar sólo alrededor de 15 minutos.
Aumento del apetito: Cerca de 24 horas después de su primer cigarrillo, es probable que recupere el apetito (los cigarrillos contienen serotonina y dopamina, dos sustancias químicas que suprimen el hambre). Tenga preparados unos tentempiés saludables para cuando su estómago empiece a hablar.
Dolor de cabeza: Prepárese para un posible dolor de cabeza leve o una sensación de mareo, pero, no se preocupe, no duran mucho.
Fatiga: Dado que la nicotina es un estimulante, es posible que el primer día te sientas un poco somnoliento. Si es así, tome una taza de café o té y siga adelante.