Espera absorber sólo una parte de lo que te digan. En cuanto escuche a un médico decirle que tiene una enfermedad grave, lo más probable es que asimile muy poco más de esa conversación. Eso es completamente normal. En una encuesta realizada por Amgen a 150 pacientes con cáncer, el 71% de los encuestados dijo que, al principio, tenía dificultades para entender la información sobre su enfermedad y las opciones de tratamiento.
«Tu capacidad de atención se vuelve muy corta, tal vez debido al shock», dice Carolyn Ingram, EdD, psicóloga, superviviente de cáncer de mama y coautora de The Not-so-Scary Breast Cancer Book (El libro del cáncer de mama que no da miedo). «Hay una parte de ti que está muy preocupada», coincide Gruman. «Cuando estamos muy estresados, es difícil asimilar la información nueva».
Debido a que los sentimientos de conmoción y desconcierto pueden seguir abrumando en los días siguientes al diagnóstico, digerir la información en trozos muy breves y concisos puede ser útil, sugiere Ingram. Por lo tanto, tanto si intenta aprender más sobre su enfermedad buscando en Internet, leyendo libros sobre el tema o hablando con varios profesionales de la salud, tenga cuidado de no abrumarse con demasiada información de una sola vez.
Tenga paciencia cuando aprenda información sobre su enfermedad. Cuando se diagnostica por primera vez una enfermedad grave, no siempre es posible precisar su alcance. A menudo, se requieren pruebas adicionales o incluso una intervención quirúrgica para comprender plenamente el alcance de una enfermedad y los problemas de salud relacionados. Pueden pasar semanas o incluso meses para determinar el curso adecuado o completo del tratamiento.
«Al principio, es difícil encontrar información que se adapte suficientemente a su condición», dice Gruman a WebMD. «Es difícil aprovechar la experiencia de un médico al principio».
Aunque a algunas personas les resulta difícil no saber exactamente qué esperar de una enfermedad, reconocer de antemano que puede llevar algún tiempo puede ayudar a calmar la ansiedad. Mientras tanto, no te centres en lo desconocido a expensas de tu bienestar, aconseja Gruman. «Asegúrate de que sigues comiendo lo suficiente, bebiendo suficiente agua y descansando lo que necesitas», dice.
Elija el apoyo que más le convenga. La forma de afrontar un diagnóstico aterrador es una decisión muy personal. Elegir a quién contárselo y apoyarse es una parte importante del proceso, y no hay una forma correcta o incorrecta de hacerlo.