6.6: Enfermedades relacionadas con las proteínas

Consecuencias para la salud de un exceso de proteínas en la dieta

El Consejo de Alimentación y Nutrición del Instituto de Medicina (IOM) aún no ha elaborado una definición explícita de dieta alta en proteínas, pero normalmente se consideran dietas altas en proteínas aquellas que obtienen más del 30 por ciento de las calorías de las mismas. Muchas personas siguen dietas ricas en proteínas porque los vendedores pregonan la capacidad de las proteínas para estimular la pérdida de peso. Es cierto que seguir dietas altas en proteínas aumenta la pérdida de peso en algunas personas. Sin embargo, el número de individuos que siguen este tipo de dietas es bajo y muchas personas que prueban la dieta y la abandonan recuperan el peso que habían perdido. Además, existe la hipótesis científica de que la permanencia en dietas hiperproteicas a largo plazo puede tener consecuencias para la salud, pero hay ensayos clínicos en curso o programados para examinar más a fondo esta hipótesis. A medida que surgía la moda de las dietas hiperproteicas, también lo hacía la cuestión intensamente debatida de si el consumo de demasiadas proteínas tiene consecuencias para la salud. Los estudios de observación realizados en la población general sugieren que las dietas ricas en proteínas animales, concretamente aquellas en las que la principal fuente de proteínas es la carne roja, están relacionadas con un mayor riesgo de cálculos renales, enfermedades renales, mal funcionamiento del hígado, cáncer colorrectal y osteoporosis. Sin embargo, las dietas que incluyen mucha carne roja también tienen un alto contenido en grasas saturadas y colesterol y, en ocasiones, están relacionadas con estilos de vida poco saludables, por lo que es difícil concluir que el alto contenido en proteínas sea el culpable.

Las dietas con alto contenido en proteínas parecen aumentar únicamente la progresión de la enfermedad renal y el mal funcionamiento del hígado en personas que ya tienen un mal funcionamiento renal o hepático, y no causar estos problemas. Sin embargo, la prevalencia de los trastornos renales es relativamente alta y está infradiagnosticada. En cuanto al cáncer de colon, una evaluación de más de diez estudios realizados en todo el mundo, publicada en el número de junio de 2011 de PLoS, afirma que un alto consumo de carne roja y carne procesada se asocia con un aumento significativo del riesgo de cáncer de colon.Chan, D. S., et al. «Red and Processed Meat and Colorectal Cancer Incidence: Meta-Analysis of Prospective Studies». PLoS One 6, no. 6 (2011): e20456. doi: 10.1371/journal.pone.0020456. Aunque hay algunas ideas, el mecanismo exacto de cómo las proteínas, específicamente las de las carnes rojas y procesadas, causan el cáncer de colon no se conoce y requiere más estudios.

Algunos científicos plantean la hipótesis de que las dietas altas en proteínas pueden acelerar la pérdida de tejido óseo porque, en algunas condiciones, los ácidos de las proteínas bloquean la absorción de calcio en el intestino y, una vez en la sangre, los aminoácidos promueven la pérdida de calcio de los huesos; sin embargo, ni siquiera estos efectos se han observado de forma consistente en estudios científicos. Los resultados del Estudio sobre la Salud de las Enfermeras sugieren que las mujeres que consumen más de 95 gramos de proteínas al día tienen un 20% más de riesgo de sufrir una fractura de muñeca.Harvard School of Public Health. «Protein: The Bottom Line». The Nutrition Source. © 2012 The President and Fellows of Harvard University. http://www.hsph.harvard.edu/nutritio…u-eat/protein/, Barzel, U. S. y L. K. Massey. «El exceso de proteínas en la dieta puede afectar negativamente a los huesos». J Nutr 128, no. 6 (1 de junio de 1998): 1051-53. jn.nutrition.org/content/128/6/1051.long. Otros estudios no han arrojado resultados consistentes. Los datos científicos sobre las dietas ricas en proteínas y el aumento del riesgo de osteoporosis siguen siendo muy controvertidos y se necesita más investigación para llegar a cualquier conclusión sobre la asociación entre ambas.St. Jeor, S. T. et al. «Dietary Protein and Weight Reduction: A Statement for Healthcare Professionals from the Nutrition Committee of the Council on Nutrition, Physical Activity, and Metabolism of the American Heart Association». Circulation 104 (2001): 1869-74.

Las dietas altas en proteínas pueden restringir otros nutrientes esenciales. La AHA afirma que «no se recomiendan las dietas hiperproteicas porque restringen los alimentos saludables que aportan nutrientes esenciales y no proporcionan la variedad de alimentos necesaria para satisfacer adecuadamente las necesidades nutricionales. Por lo tanto, las personas que siguen estas dietas corren el riesgo de ver comprometida su ingesta de vitaminas y minerales, así como de sufrir posibles anomalías cardíacas, renales, óseas y hepáticas en general».St. Jeor, S. T. et al. «Dietary Protein and Weight Reduction: A Statement for Healthcare Professionals from the Nutrition Committee of the Council on Nutrition, Physical Activity, and Metabolism of the American Heart Association». Circulation 104 (2001): 1869-74.

Como cualquier otro nutriente, las proteínas deben consumirse en cantidades adecuadas. La moderación y la variedad son estrategias clave para conseguir una dieta saludable y deben tenerse en cuenta a la hora de optimizar la ingesta de proteínas. Mientras la comunidad científica sigue debatiendo sobre las consecuencias para la salud de un exceso de proteínas en la dieta, es posible que se pregunte cuántas proteínas debe consumir para estar sano. Siga leyendo para saber más sobre el cálculo de las recomendaciones de proteínas en la dieta, las fuentes de proteínas en la dieta y las opciones personales sobre las proteínas.

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