25 señales de que tienes un niño interior herido (y cómo sanar)

Todos los niños merecen el derecho fundamental de sentirse seguros, protegidos y a salvo.

Pero no todos los niños lo hacen.

Al crecer, es responsabilidad emocional y biológica de nuestros padres y familiares crear un entorno seguro para nosotros. Pero no todos los padres aceptan esa responsabilidad, son conscientes de ella o tienen la capacidad de cumplirla.

La seguridad no sólo significa protegernos físicamente de cualquier daño, alimentarnos o las demás cosas esenciales. La seguridad también significa apoyarnos en los niveles emocional, psicológico y espiritual inherentes a nosotros como seres humanos.

¿Qué ocurre cuando no nos sentimos seguros como niños? ¿Qué sucede cuando esta sensación de peligro es constante y duradera? La respuesta es que aparece una enorme herida abierta en la psique. Esta dolorosa herida a menudo es reprimida por nosotros como adultos sin saberlo… pero sus impactos son profundos y de gran alcance.

El objetivo de este artículo es ayudarte a entrar en un espacio de reflexión. Si estás interesado en trabajar con tu niño interior, quiero que reflexiones sobre tu propia infancia, la línea de tiempo de tus primeros años y cómo te sentías cuando eras niño. ¿Te sentías seguro? ¿Tenías un sentido de pertenencia en tu familia? ¿Se te permitía ser tú mismo? ¿Cómo es tu relación actual con tu niño interior? Todas estas preguntas son extremadamente importantes, y si aún no te las has hecho, espero que lo hagas.

¿Por qué insisto tanto en que te hagas estas preguntas y explores este tema? La razón es que el trabajo con el niño interior es una de las formas más serias y profundas de trabajo interior que puedes hacer. Gran parte de nuestro comportamiento, aversiones y neurosis en el presente pueden resolverse explorando y comunicándose con el niño interior.

¿Qué es el niño interior?

El niño interior es la parte de tu psique que aún conserva su inocencia, creatividad, asombro y maravilla hacia la vida. Literalmente, tu niño interior es el niño que vive dentro de ti, es decir, dentro de tu psique. Es importante que nos mantengamos conectados con esta parte sensible de nosotros mismos. Cuando estamos conectados con nuestro niño interior, nos sentimos emocionados, vigorizados e inspirados por la vida. Cuando estamos desconectados, nos sentimos aletargados, aburridos, infelices y vacíos.

Sentirse seguro – ¿Qué significa?

La seguridad no es sólo física, también es emocional, psicológica y espiritual. Cuando nos sentimos realmente seguros dentro de nuestro entorno familiar, se respetan nuestros límites físicos y emocionales, se acepta nuestro auténtico yo y nos sentimos cercanos y queridos por los miembros de nuestra familia (sobre todo por nuestros padres). También necesitamos que se nos dé permiso para crecer y cambiar y que se satisfagan todas nuestras necesidades físicas básicas (comida, agua, un hogar o vecindario seguro).

10 maneras en que nos hicieron sentir inseguros cuando éramos niños

La realidad es que la vida no es ideal. Las familias en las que nacemos no siempre son un buen partido para nosotros.

Cuando crecíamos, había una serie de formas en las que podíamos sentirnos inseguros. Antes de continuar, quiero aclarar que en ningún caso estoy culpando a nuestros padres o cuidadores. Es importante recordar que nuestros padres hicieron lo mejor que pudieron con el nivel de información, educación y madurez emocional/mental que tenían. La culpa y el resentimiento sólo sirven para intensificar el dolor que puede estar experimentando tu niño interior. Así que sé consciente y conoce tus límites a la hora de hacer este trabajo.

Aquí tienes algunas de las formas más comunes en las que nos hicieron sentir inseguros. ¿Con cuántas te identificas?


  • Te enseñaron que no está bien tener tus propias opiniones.
  • Te castigaron cuando intentaste hablar o actuar de forma diferente.
  • Se te disuadía de jugar o divertirte.
  • No se te permitía ser espontáneo.
  • No se te permitía mostrar emociones fuertes como la ira o la alegría.
  • Te avergonzaban tus padres o miembros de la familia.
  • Te criticaban/abusaban verbalmente de forma regular.
  • Te castigaban físicamente, por ejemplo, con bofetadas o golpes.
  • Te hacían sentir responsable de tus padres y de su nivel de felicidad.
  • No te daban afecto físico, por ejemplo, abrazos, besos, mimos.

Esta lista no es en absoluto exhaustiva. Así que si cree que he omitido algo, por favor, compártalo en los comentarios.

Tipos de abandono en la infancia

Desglosemos aún más las formas en las que se le hizo sentir inseguro y sin amor cuando era niño (si tuvo una educación disfuncional).

Aquí están los tres tipos de abandono en la infancia que puede haber experimentado:

1. Negligencia emocional

Sus padres/tutores no mostraron interés por sus necesidades emocionales de amor, apoyo, protección y/o orientación. No te prestaron atención o condenaron las expresiones emocionales de necesidad por tu parte. El resultado probable de esto fue que:

  • Desarrollaste una baja autoestima y valoración de ti mismo.
  • Empezaste a ignorar tus necesidades emocionales.
  • Aprendiste a esconderte de tus emociones, a evitarlas o a reprimirlas, ya que estaban asociadas a los sentimientos de abandono de tu infancia.
  • Desarrollaste enfermedades psicológicas o físicas relacionadas con tu incapacidad para escuchar, aceptar y tratar tus emociones de forma saludable (por ejemplo, represión emocional).

2. Negligencia psicológica

Este tipo de negligencia se manifestó en la infancia por parte de tus padres/tutores, que no escucharon, abrazaron y cuidaron a la persona que eras. A medida que creciste, es probable que desarrollaras cualquier variedad de estos síntomas:

  • Desarrollaste problemas de baja autoestima debido a formas de abuso como el ridículo, el menosprecio, las expectativas demasiado altas, el ser ignorado, rechazado o castigado constantemente.
  • Desarrollaste problemas de ira profundamente arraigados tanto por traumas infantiles no resueltos, como por la incapacidad de amarse a sí mismo.
  • Desarrollaste adicciones y neurosis para crear un sentido erróneo de comodidad y seguridad dentro de tu vida.
  • Desarrollaste enfermedades psicológicas y/o físicas.
  • Tienes problemas para mantener relaciones sanas y respetuosas.

3. Negligencia física

En un nivel básico y fundamental, la seguridad y la nutrición física son algunos de los elementos más intrínsecos de una relación amorosa. Podemos ver esto en la naturaleza, con madres y padres que nutren a sus polluelos, cachorros y crías con comida, refugio y protección. Sin embargo, cuando esto falta, pueden desarrollarse los siguientes problemas:

  • Una baja autoestima que da lugar a la negligencia/abuso físico de uno mismo, por ejemplo, trastornos alimentarios (anorexia, obesidad), mantenimiento de una dieta poco saludable, autolesiones.
  • Comportamientos intensos de búsqueda de seguridad (complejos psicológicos como el TOC) o comportamientos de riesgo extremo (por ejemplo, relaciones sexuales no protegidas, etc.).p. ej., relaciones sexuales sin protección, hazañas temerarias obsesivas, etc.)
  • Adicciones a las drogas, al alcohol, a la violencia, a la comida, etc.
  • Disfunción sexual o promiscuidad (a menudo debido a abusos sexuales).

Tómese unos momentos para respirar y conectar con usted mismo después de leer esta lista. Es probable que sientas algunas emociones fuertes (pero no pasa nada si no las sientes). Te animo a que te tomes tu tiempo y vayas despacio, siendo amable contigo mismo.

Es útil recordar que aunque algunos, o incluso muchos, de nuestros problemas provienen de la negligencia en la infancia, guardar rencor y culpar no nos llevará a ninguna parte. Las personas son víctimas de las víctimas, lo que significa que la razón por la que nuestros padres/tutores se comportaron de la manera en que lo hicieron fue muy probablemente debido a su crianza negligente, y sus padres experimentaron los mismos traumas – y así sucesivamente.

25 señales de que tienes un niño interior herido

Presta mucha atención a estas señales. Te ayudarán a conocer el grado general en que tu niño interior ha sido herido y el nivel en que te sientes inseguro en este mundo. Cuantas más señales diga «sí», más necesitará considerar seriamente el trabajo con el niño interior:

  • En lo más profundo de mí, siento que hay algo malo en mí.
  • Experimento ansiedad cada vez que contemplo hacer algo nuevo.
  • Soy complaciente con la gente y tiendo a carecer de una identidad fuerte.
  • Soy rebelde. Me siento más vivo cuando estoy en conflicto con los demás.
  • Tiendo a acaparar cosas y me cuesta dejarlas ir.
  • Me siento culpable de defenderme a mí mismo.
  • Me siento inadecuado como hombre o mujer.
  • Estoy impulsado a ser siempre un súper triunfador.
  • Me considero un terrible pecador y tengo miedo de ir al infierno.
  • Me critico constantemente por ser inadecuado.
  • Soy rígido y perfeccionista.
  • Me cuesta empezar o terminar las cosas.
  • Me avergüenza expresar emociones fuertes como la tristeza o la ira.
  • Rara vez me enfado, pero cuando lo hago, me vuelvo rabioso.
  • Tengo relaciones sexuales cuando realmente no quiero.
  • Me avergüenzo de mis funciones corporales.
  • Paso demasiado tiempo mirando pornografía.
  • Desconfío de todo el mundo, incluso de mí mismo.
  • Soy un adicto o he sido adicto a algo.
  • Evito los conflictos a toda costa.
  • Me da miedo la gente y tiendo a evitarla.
  • Me siento más responsable de los demás que de mí mismo.
  • Nunca me sentí cerca de uno de mis padres o de ambos.
  • Mi miedo más profundo es ser abandonado y haré cualquier cosa para mantener una relación.
  • Lucho por decir «no».

Si ha respondido afirmativamente a diez o más de estas afirmaciones, trabajar con su niño interior debería ser lo primero en su lista de prioridades. Si has respondido afirmativamente a cinco o más de estas afirmaciones, deberías considerar seriamente la posibilidad de reconectar con tu niño interior.

¡Descarga GRATIS las tarjetas del niño interior!

Reconecta con tu niño interior herido. ¡Obtenga sus tarjetas gratuitas de Afirmación del Niño Interior!

Cómo apoyar a tu niño interior para que se sienta seguro

Toma la mano del niño que vive en tu alma. Para este niño, nada es imposible. – Paulo Coelho

Todos tenemos un niño interior. ¿Cuándo fue la última vez que hablaste o conectaste con el tuyo? ¿Con qué frecuencia te tomas el tiempo para sintonizar y escuchar tus necesidades? ¿Haces regularmente un espacio para jugar y disfrutar de la vida?

Como seres humanos, no somos criaturas lineales o bidimensionales. Todos somos multifacéticos y tenemos múltiples yos. Piénsalo por un momento: el «tú» que está leyendo este artículo es muy diferente del «tú» que está bromeando con sus colegas, ¿no es así? El «tú» en mitad de la noche es muy diferente del «tú» que va al cine con su pareja o amigo. El «tú» que habla con sus padres es muy diferente del «tú» que habla con su jefe.

Su niño interior es una parte esencial del intrincado mosaico que conforma su identidad. Cuando ignoras o niegas a tu niño interior, está condenado a marchitarse dentro de las profundas y oscuras bóvedas de tu mente inconsciente.

Descargo de responsabilidad: hay mucho dolor al que enfrentarse con el trabajo del niño interior. Pero también hay mucha alegría y mucha vitalidad que experimentar. Una de las partes más emocionantes y milagrosas del trabajo con el niño interior es que a menudo surgen dones y aptitudes ocultas con las que hemos perdido el contacto durante mucho tiempo. No sólo eso, sino que muchas de nuestras relaciones mejoran, nuestras adicciones/hábitos disminuyen o se desvanecen, y nuestra conexión con nosotros mismos se profundiza. El amor propio y la aceptación son finalmente posibles. No digo que vayas a experimentar todos estos beneficios de inmediato, pero seguro que experimentarás algo beneficioso siempre que te comprometas!

Además, quiero decir aquí que estos ejercicios no pretenden sustituir la terapia, los programas o los grupos para el niño interior o el abuso infantil. Si has pasado por un abuso sexual infantil, un abuso emocional severo o tienes una enfermedad mental, buscar ayuda profesional es esencial. Este artículo sólo pretende ser un complemento. Por último, si experimenta emociones extrañas o abrumadoras mientras pone en práctica los consejos siguientes, deje de hacerlo inmediatamente. Busque la ayuda de un consejero profesional antes de continuar.

Recuerde que todo lleva su tiempo. Las prácticas que siguen no son soluciones rápidas. No son varitas mágicas que harán que todo mejore inmediatamente. Pero te darán las herramientas básicas que necesitas para sentirte a salvo, seguro y protegido a un nivel básico. Espero de verdad que encuentres algo a continuación que te nutra a ti y a tu relación con tu niño interior. Y recuerda, si necesitas una ayuda más profunda, te recomiendo que encuentres más ejercicios de curación del niño interior en nuestro Diario del Niño Interior.

Aquí tienes los puntos resumidos:

  1. Reflexiona sobre la línea de tiempo de tu infancia
  2. Escribe una carta a tu niño interior
  3. Escribe una carta de tu niño interior
  4. Comparte tu dolor con una persona de confianza
  5. Afirmaciones cariñosas y de apoyo
  6. Haz una visualización/meditación del niño interior
  7. Sé tu propio protector y nutriente

A continuación profundizaré en estos puntos.profundidad en estos puntos más adelante:

1. Reflexiona sobre la línea de tiempo de tu infancia

Podrías coger un papel o un documento en tu ordenador y dividir tu infancia en las siguientes etapas: El yo infantil (de 0 a 9 meses), el yo infantil (de 9 meses a 3 años), el yo preescolar (de 3 a 6 años) y el yo en edad escolar (de 6 años a la pubertad).

Dentro de cada etapa, haz lo posible por recordar cómo te sentías, cómo era la vida y cuán seguro, apoyado y aceptado te sentías. Tenga en cuenta que sentirse seguro de niño no siempre tenía que ver con el entorno familiar. A menudo, la escuela u otros entornos en los que pasamos mucho tiempo moldearon nuestro niño interior. Registra cualquier recuerdo o sensación física que hayas tenido, incluso si se siente fragmentada. Registra los tonos de voz, las expresiones y las palabras que tus padres o profesores utilizaban cuando interactuaban contigo. Incluso si un recuerdo te parece tonto o una reacción que recuerdas que fue excesiva, escríbelo. Como adulto, es importante honrar lo que tu niño interior experimentó auténticamente, incluso si parece ridículo o exagerado como adulto.

Cuanta más información y material cargado de emociones tengas para un rango de edad en particular, más debes enfocarte en conectar con esa etapa en particular. A continuación te comparto cómo.

2. Escribe una carta A tu niño interior

Imagina que eres un mago o hada madrina sabio, amable y cariñoso. Imagina que quieres adoptar a tu niño interior. Mientras escribes la carta, dile a tu niño interior lo mucho que le quieres y que quieres pasar tiempo con él. Escribe de forma que se sienta seguro, atendido y comprendido. He aquí un ejemplo de una carta que he escrito a mi niño interior:

Querida Ale,

Estoy tan feliz de que hayas nacido. Estoy aquí para protegerte, amarte y cuidarte. Quiero ayudarte a sentirte amado y aceptado por lo que eres. Quiero mostrarte que es seguro ser escuchado, sentir y ser visto. Quiero que sientas que siempre tendrás un hogar conmigo pase lo que pase. Quiero ayudarte y guiarte en cada paso del camino. Te quiero mucho.

Amor, Hada Madrina Aletheia

Si te sientes emocionado durante este proceso, está bien. Permítase llorar y siéntase orgulloso de su valor para expresar lo que realmente siente.

3. Escriba una carta DESDE su niño interior

Utilizando su mano no dominante (para evitar su lado lógico del cerebro), escríbase una carta desde la perspectiva de su niño interior. Por ejemplo, si suele ser diestro, utilice la mano izquierda para escribir. Utilizar tu mano no dominante te ayudará a estar más en contacto con los sentimientos de tu niño interior. Aquí está mi propio ejemplo de mi niño interior hablándome:

Querida Madrina,

Quiero encontrar mi hogar. Por favor, protégeme. No quiero sentirme sola nunca más.

Amor, pequeña Ale

Puedes escribir de ida y vuelta entre tu yo Mago/Hada Madrina y tu yo pequeño. Crear esta conversación suele revelar un montón de emociones sorprendentes y enterradas, así como nueva información.

4. Comparte tu dolor con una persona de confianza

Es importante que el dolor por el que pasaste de niño sea validado y escuchado por alguien. Ya sea que busques a un amigo afectuoso, a un grupo de apoyo o a un terapeuta de confianza, por favor entiende que compartir tus sentimientos es esencial para todo el trabajo del niño interior. Claro que puedes hacerlo solo. Y puedes hacer mucho trabajo profundo solo en general. Pero para experimentar un «avance» o incluso para sanar profundamente, es importante compartir. Somos criaturas sociales que necesitamos que los demás nos den espacio. Tu dolor necesita ser validado con cariño. Si la persona con la que compartes tu trabajo de niño interior te cuestiona, discute o trata de darte consejos, no estás recibiendo lo que necesitas.

Aquí, es vital para mí enfatizar la necesidad de buscar un apoyo real de cuidado y nutrición. Si no tienes amigos que sean lo suficientemente maduros o capaces de hacer esto, por favor considera buscar un terapeuta o consejero espiritual. Hay muchas opciones asequibles. Invertir en tu bienestar y en tu salud mental SI vale la pena. También hay muchos profesionales que se especializan en el trabajo con el niño interior o realizan talleres. El consejero y escritor de autoayuda John Bradshaw escribe: «Creo que el trabajo en grupo es la forma más poderosa de terapia» cuando se refiere al trabajo con el niño interior. Pero una cosa: por favor, no lo compartas con los miembros de tu familia, aunque sean solidarios. Los miembros de la familia que no han hecho su propio trabajo con el niño interior son mucho menos capaces de lidiar con el tuyo. La actitud defensiva, la ira, el señalamiento y el dolor pueden ser el resultado de compartir tus sentimientos con los miembros de la familia, así que por favor no lo hagas.

Compartir requiere un tremendo valor y fuerza interior. Es normal y está bien sentir miedo. Siente el miedo y, si te sientes preparado, compártelo de todos modos.

5. Afirmaciones cariñosas y de apoyo

Las afirmaciones cariñosas son una forma poderosa de afirmar tu valía y apoyar tu viaje para sentirte seguro. Cuando se repiten constantemente, las afirmaciones tienen una forma de recablear el cerebro y hundirse en las capas inconscientes de la programación. La repetición de este tipo de mensajes puede dar lugar a un cambio profundo y a la curación a un nivel primario.

Aquí tienes algunas afirmaciones amorosas y de apoyo que puedes decirte a ti mismo a lo largo del día y durante la meditación:

  • Me quedaré aquí y te apoyaré.
  • Bienvenido al mundo, he estado esperando para abrazarte.
  • Te quiero tal y como eres.
  • Me alegro mucho de que estés aquí.
  • Quiero cuidarte.
  • Quiero pasar tiempo contigo.
  • Quiero escuchar tus pensamientos y sentimientos.
  • Está bien sentirse triste y asustado.
  • Está bien ser tú mismo.
  • Tienes derecho a decir que no.
  • Eres muy especial para mí.
  • Tienes mucho que ofrecer al mundo.
  • Creo en ti.
  • Te protegeré contra el daño.

Puedes decir estas afirmaciones tantas veces como necesites, siempre que sea necesario durante el día. Puede que incluso te guste utilizar una voz especial al decir estas afirmaciones, como la voz de un anciano sabio o de una madre cariñosa.

¡También puedes crear tus propias afirmaciones amorosas! La lista anterior le ayudará a empezar, pero a menudo las afirmaciones más poderosas surgen orgánicamente de sus necesidades más profundas.

6. Haz una visualización/meditación del niño interior

Tendrás que dedicar una media hora o más a este ejercicio. Busca un espacio tranquilo y cómodo, y siéntate o túmbate.

Imagina que estás a punto de encontrarte con tu niño interior. Sales al patio de tu casa y él/ella está jugando en un cajón de arena. ¿Qué edad tiene? Te acercas a tu niño interior y te sientas. «Hola», le dices, presentándote. Miras a los ojos de tu niño interior. ¿Qué siente hacia ti? ¿Curiosidad? ¿Trepidación? ¿Timidez? ¿Escepticismo? ¿Emoción? Respeta a tu niño interior y sus límites. Si quiere abrazarte o darte la mano, deja que lo haga. Si no, no pasa nada. Puede que su niño interior sólo necesite entrar en contacto con usted. A continuación, podrías preguntarle: «¿Qué es lo que más necesitas?». Si te estás comunicando con tu yo infantil durante esta visualización, la respuesta podría llegar como un sentimiento visceral, a diferencia de la comunicación con tu yo de edad escolar, que podría responder verbalmente. Si tu niño interior te dice lo que necesita, proporciónale un espacio seguro. Deja que se sientan escuchados, vistos, comprendidos y queridos por ti. Quizás quieras compartir con ellos lo mucho que les quieres y te preocupas por ellos, y deseas que les cuiden. Si tu niño interior desea ser acunado, abrazado o sostenido, aprovecha la oportunidad. Una vez que sientas que tu misión de conectar con tu niño interior se ha completado, puedes visualizarte caminando de vuelta a tu casa. Concéntrese en su respiración, estire el cuerpo y abra los ojos.

Recomiendo escribir un diario sobre la experiencia. Llevar un diario es una herramienta maravillosa para la autorreflexión, para profundizar en tu autocomprensión y también para documentar tu progreso. Así que tómate unos minutos para hacerlo

7. Sé tu propio protector y nutridor

Como adultos, es importante que asumamos la responsabilidad de nuestro bienestar emocional. Sentirse seguro en este mundo es extremadamente importante y esencial para que nuestro niño interior prospere. Las señales de que te sientes inseguro en este mundo pueden ser:

  • Ansiedad constante en torno a los demás
  • Tendencia a preocuparse excesivamente
  • Incapacidad de confiar en los demás
  • Incapacidad de confiar en ti mismo y en tus capacidades
  • Sentir miedo de hacer cosas por ti mismo
  • Duras crítica de uno mismo
  • Miedo a probar cosas nuevas o a ir a lugares nuevos
  • Asumir lo peor en cada situación

Si te sientes identificado con la sensación de estar constantemente «al límite» en el mundo y con los demás, te recomiendo encarecidamente que te centres en sentirte seguro contigo mismo. La autocrítica constante, ignorar tus necesidades, carecer de límites personales, poner siempre a los demás por encima de ti mismo y cambiarte para ser aceptado te mantienen en un estado temeroso de no sentirte seguro.

Aunque nuestros padres o tutores no hayan satisfecho la mayoría de nuestras necesidades (o ninguna de ellas), la hermosa verdad es que nosotros podemos hacerlo. El concepto es extraño, incluso extraño para nosotros, ¡pero podemos ser nuestros propios padres!

¿Los beneficios de volver a ser padres?

  • Mayor felicidad y optimismo
  • Creatividad mejorada
  • Mente, cuerpo y alma más sanos
  • Amistades y relaciones más fuertes
  • Desarrollo de habilidades vitales esenciales: aceptación, perdón, vulnerabilidad, compasión, amor propio

Si le resulta realmente difícil volver a criar a su niño interior, buscar la ayuda de un terapeuta familiarizado con el trabajo con el niño interior será una sabia inversión. Los terapeutas, después de todo, actúan como padres sustitutos. Pueden escuchar y ayudar a entrenar a su niño interior, a la vez que apoyan y fortalecen a su padre interior.

Si prefiere ir solo, es absolutamente posible. Sin embargo, busque una red de apoyo si puede, ya sea en línea o en la vida real.

Diario del niño interior:

Emprenda un viaje por las montañas y cuevas de su corazón. Hazte amigo, sana y nutre al niño roto que llevas dentro. Ve a la raíz de tu dolor y transforma viejos patrones. Este es un trabajo intenso y poderoso!

Para ser tu propio protector y nutridor, necesitas crear una «política» clara sobre lo que es y no es un auto-tratamiento correcto. Céntrate en fomentar el amor propio y la aceptación cada día. Escucha las necesidades de tu mente, corazón, cuerpo y alma. Practica el autocuidado. Tómate tiempo para ti. Come alimentos que te nutran. Di no y pon límites claros. Reclama tu soberanía sobre tu vida. Explora prácticas que te ayuden a sentirte seguro. Si es necesario, puedes incluso ir en busca de un ángel de la guarda u otro espíritu guía que pueda ayudarte a apoyarte y nutrirte.

Conclusión

Aunque hayamos sufrido desgracias de niños, nunca es demasiado tarde para revivir nuestra infancia y reconectar con ese lado infantil de nosotros mismos. Cuando asumimos la responsabilidad de nuestra felicidad en la vida, tenemos el poder de sentirnos seguros, sanarnos y crear una mayor plenitud. Este regalo nunca nos será arrebatado.

Espero que los ejercicios y prácticas que he mencionado en este artículo ayuden a apoyar el proceso de curación de tu precioso niño interior ayudándote a sentirte seguro. Puedes leer más sobre el trabajo con el niño interior en el siguiente artículo:

  • Trabajo con el niño interior: 4 técnicas curativas para redescubrir tu inocencia original

También no dudes en hacer nuestro test del niño interior para obtener más información.

Como siempre, me encantaría que compartieras tus experiencias a continuación con este tema. Nunca sabes a quién puedes ayudar simplemente compartiendo un poco de tu tiempo e historia.

9K Shares

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.