10 Fundamentos de una gran secuencia para las clases de yoga

Para el estudiante casual de yoga, puede parecer que enseñar yoga significa simplemente demostrar cómo realizar correctamente las asanas. El estudiante avanzado, o el profesor de yoga en formación, lo sabe mejor. Además de los aspectos espirituales de la práctica del yoga, hay muchas otras piezas técnicas involucradas. Una de las más importantes es la secuenciación.

Se puede pensar en las secuencias en tres niveles diferentes. Está, por supuesto, el orden en que se realizan las asanas. Pero una buena secuenciación implica pensar en las minisecuencias necesarias para alcanzar una postura determinada, así como en el panorama general de cómo secuenciar el movimiento entre diferentes categorías de posturas (de las posturas de pie a las posturas en el suelo, por ejemplo).

Aunque entender los principios de la secuenciación es crucial para crear una gran clase de yoga, puede parecer desalentador para los nuevos profesores. En nuestra formación de profesores de 200 horas, enseñamos las 66 posturas básicas de yoga y unas 100 variaciones. Está claro que las posibles combinaciones y la secuenciación de tantas posturas es un tema complejo en el que puedes pasar toda una vida estudiando.

Por supuesto, como nuevo profesor, no tienes que empezar desde cero. Tu programa de formación de profesores de yoga está diseñado para ayudarte a aplicar miles de años de conocimiento en la secuenciación de tus clases. Para los estudiantes del programa de formación de profesores de yoga del Instituto de Yoga del Himalaya, proporcionamos plantillas probadas y verdaderas para las clases de Hatha, Vinyasa y Rajadhiraja como punto de partida. Los estudiantes deben conocer y entender estas secuencias antes de ramificarse y crear secuencias por su cuenta. Pero, ¿cuáles son los principios que subyacen a una clase bien secuenciada?

Hemos reunido una lista de fundamentos de la secuenciación para comenzar a explorar este complejo tema.

1. La intención que nunca cambia: la seguridad. Lo primero y más importante es que las asanas deben secuenciarse de tal manera que los estudiantes estén suficientemente calentados y preparados para mantenerlos a salvo de lesiones. Cada asana debe ayudar a preparar el cuerpo para la asana siguiente.

2. Establezca una intención adicional. Como profesor, puedes querer establecer una intención adicional para cada clase que esté apoyada por tu secuenciación. ¿Quiere crear un bhava (sentimiento) específico en sus alumnos? Tal vez quieras desarrollar las habilidades necesarias para alcanzar una postura máxima como Adho Mukha Vrksasana (parada de manos). Tal vez quiera tratar una dolencia específica, como dolores de cabeza o de espalda, o fortalecer una zona específica del cuerpo, como los hombros o las piernas. En el Instituto de Yoga del Himalaya, incluso hemos diseñado una secuencia única para cada chakra (centro de poder) del cuerpo. Establecer una intención para su clase le ayudará a evitar tratar de construir una secuencia que busca hacer demasiado en una clase.

3. ¿Brahmana o Langhana? ¿El objetivo de esta sesión es energizar (brahmana) o relajar (langhana) a tus alumnos? Esta elección no sólo determinará la asana que elijas, sino también la secuencia de las posturas. Una secuencia diseñada para langhana comenzaría con algunas posturas ligeramente estimulantes y luego pasaría a las flexiones hacia delante, los giros suaves y las posturas en posición supina. Una secuencia brahmana comenzaría y terminaría con posturas estimulantes e incluiría movimientos más rápidos, como el saludo al sol, e incluiría flexiones hacia atrás, posturas basadas en la fuerza, inversiones y equilibrios de brazos.

4. Conoce tu anatomía. Dedica algo de tiempo y atención al estudio de la anatomía humana para poder elaborar una secuencia que respete la forma en que el cuerpo se mueve y se abre. La comprensión de la biomecánica es crucial para crear secuencias seguras. Por ejemplo, cuando entiendas cómo reaccionan los músculos a una serie de asanas abdominales, no pasarás a tus alumnos del trabajo abdominal directamente a las flexiones hacia atrás. Entender la anatomía también le ayudará a comprender qué asanas están contraindicadas para varios tipos de lesiones.

5. Evalúa el nivel de experiencia de tus alumnos. Es importante tener en cuenta a tus alumnos cuando diseñes una secuencia. Una secuencia para principiantes podría incluir más repeticiones de asanas, en lugar de largas retenciones de una postura. Los estudiantes más avanzados pueden apreciar la adición de algunos elementos espirituales como el canto o una clase que los prepare para una postura máxima desafiante.

6. Esfuérzate por el samana (equilibrio). No estamos hablando sólo de la postura del árbol, aquí. Además de la intención específica que establezcas para la clase, siempre querrás que los alumnos tengan una sensación de equilibrio al final de la clase. Considera la posibilidad de incluir algunas posturas de equilibrio, torsiones y pranayama, como la respiración de fosas nasales alternas, para ayudar a conseguirlo. Las técnicas de pranayama son mejores al principio de la clase, cuando el prana no está perturbado y no ha sido convocado todavía para trabajar en las glándulas y los chakras, como sucede durante y después de la práctica de asanas.

7. Secuenciar familias de posturas. En general, es una buena práctica comenzar con la relajación, la meditación o el trabajo de la respiración para permitir la preparación mental y el asentamiento de la mente, luego comenzar con las posturas de pie para calentar el cuerpo, pasar a las posturas de concentración y, finalmente, las posturas de liberación y relajación.

8. Considere la proporción de las categorías de poses. Asegúrese de dejar tiempo suficiente para cada categoría de posturas. No querrá escatimar en el tiempo de calentamiento y enfriamiento. Por ejemplo, una clase de 90 minutos consistiría en unos 20 a 25 minutos de calentamiento, 20 minutos de asanas de calentamiento, 20 a 25 minutos de posturas en el suelo como abridores de cadera y flexiones de espalda, unos 10 minutos de enfriamiento incluyendo torsiones y flexiones hacia delante, y 12 a 15 minutos de savasana.

9. Poses de neutralización y contraposiciones. Entienda cuándo debe utilizar una postura neutralizadora frente a una contraposición. A veces, una contraposición es demasiado intensa y podría causar espasmos musculares, como cuando se pasa de Chakrasana (postura de la rueda) a una flexión hacia delante, por ejemplo.

10. No reinventes la rueda. Miles de años de tradición de yoga han enfatizado prácticas como el cierre con savasana por una buena razón. Respeta y entiende esas tradiciones y lecciones antes de crear tus propias secuencias. No te metas con algo bueno sin un principio subyacente que lo respalde.

Crear secuencias únicas para satisfacer las necesidades de tus alumnos puede ser uno de los aspectos más gratificantes de la enseñanza del yoga. A medida que progreses en tu carrera y en tu comprensión del yoga, interiorizarás lo que se necesita para hacer una gran secuencia que mantenga a tus estudiantes seguros y los deje con ese brillo del yoga.

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