La coloración del cabello -aclaración, decoloración- es siempre una cuestión de química. Muchas mujeres utilizan el color del cabello para darles un aspecto más nuevo y fresco, mientras que otras simplemente cubren algunas canas y raíces. Se calcula que más de un tercio de las mujeres mayores de 18 años se tiñen o aclaran el pelo con frecuencia. También hay una tendencia creciente entre los hombres, que utilizan más tintes que nunca.
Lección rápida de historia
El primer tinte comercial fue inventado en 1909 por el químico francés Eugene Schueller. Desde entonces, docenas de químicos han reformulado los colores y los aclaradores para realzar los colores naturales y ayudar a eliminar los grises no deseados.
Los procesos químicos de hoy en día aún no se consideran seguros, y la coloración y el aclarado del cabello siempre afectarán al brillo y al cuerpo naturales del cabello. Sin embargo, el uso de un sistema de acondicionamiento profundo y el mantenimiento de una rutina capilar saludable ayudan a que el color dure y a que el cabello mantenga su mejor aspecto.
Entonces, ¿cómo funciona?
Normalmente, la decoloración se utiliza para aclarar el cabello. Reacciona con la melanina (la parte responsable de los tonos de color en su cabello natural) en el cabello, y elimina el color en una reacción química irreversible. La decoloración oxida la molécula de melanina. Aunque la melanina sigue presente, la molécula oxidada es incolora.
La decoloración tiende a dejar un tinte amarillento en el cabello al principio. El color amarillo es el color natural de la queratina, la proteína estructural del cabello. La decoloración también reacciona más fácilmente con el pigmento oscuro de la eumelanina que con la feomelanina (polímeros más largos), por lo que puede quedar algún color residual dorado o rojo después del aclarado.
El peróxido de hidrógeno es uno de los agentes aclarantes más comunes que se encuentran en la coloración del cabello. El peróxido se utiliza en una solución alcalina, que abre el tallo del cabello para permitir que el peróxido reaccione con la melanina. El peróxido de hidrógeno reacciona con la melanina, rompiendo sus dobles enlaces y eliminando su capacidad de absorber la luz. Dado que la feomelanina es más estable que la eumelanina, el cabello que está en proceso de decoloración suele empezar a adquirir un tono rojo anaranjado.
Además del peróxido de hidrógeno, los productos comerciales de decoloración suelen tener sales de persulfato para ayudar a acelerar el proceso, y estabilizadores para ayudar a evitar la descomposición del peróxido de hidrógeno. El peróxido de hidrógeno también debilita el complejo de la membrana celular al oxidar los enlaces entre las células de la cutícula, los enlaces de disulfuro en la matriz cortical y otras áreas ricas en aminoácidos. Esto hace que el cabello se vuelva quebradizo y débil. El peróxido de hidrógeno también puede dañar un lípido de la superficie del cabello llamado 18-MEA. Como resultado, el cabello decolorado también se siente frecuentemente seco.
Es muy importante mantener el cabello decolorado (aclarado) extremadamente hidratado después de un tratamiento de color/blanqueo. El acondicionamiento profundo con productos naturales como los aceites de coco y jojoba mantendrá el cabello sano y con el mejor aspecto.
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